El Instituto Nacional del Agua (INA) y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires suscribieron hoy un convenio de colaboración para el "monitoreo, análisis de muestras de agua y evolución del riesgo de exposición a plomo" en domicilios del área metropolitana de Buenos Aires, se informó oficialmente.
Ante la sospecha de presencia de plomo dada la antigüedad edilicia de muchas viviendas del AMBA "se lleva adelante un trabajo conjunto desde hace más de tres años", se destacó, agregando que con ese objetivo "se han compartido espacios de capacitación a escuelas secundarias como parte de uno de los ejes de trabajo de este proyecto denominado Plombox".
La exposición a plomo es una problemática diversa, ya que la comunidad se ve expuesta no solo por deriva o pasivos ambientales en suelo y agua por actividad antrópica, sino que en forma domestica por cañerías de plomo en estado de corrosión.
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De esta manera, "mucha gente está expuesta a contaminación de plomo y no tiene posibilidades de acceder a métodos analíticos para determinarlo", se indicó.
El presidente del INA, Juan Carlos Bertoni, destacó el trabajo en conjunto con la Defensoría del Pueblo porteño, "porque no solo es interinstitucional e interdisciplinario, sino también disciplinario en este caso que se refiere a la detección de plomo".
"Es sabido que la exposición a plomo es una problemática importante en la gran mayoría de las ciudades argentinas, latinoamericanas y particularmente en la ciudad de Buenos Aires", precisó.
Bertoni enfatizó que "en términos generales la población se ve expuesta a esa problemática por cañerías de plomo en estado de corrosión debido a que casi todas las construcciones hasta la década del 70 utilizaban cañerías de plomo para distribuir el agua fría y a veces también el agua caliente."
Durante el encuentro se hizo referencia a los distintos aspectos en los cuales el INA puede trabajar en conjunto con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de María Rosa Muiños, en una serie de problemáticas ambientales e hidroambientales que afectan y que están presentes hoy en día en la ciudad de Buenos Aires.
A raíz de este convenio, se espera fortalecer e intercambiar conocimientos mediante diferentes ejes de trabajo; como la presentación a proyectos de investigación, capacitaciones y entrenamiento en calidad de agua (tanto a funcionarios públicos como así también población en general) y la redacción de artículos y publicaciones técnicas.
Con información de Télam