Por el Dr. Maximiliano Morales, médico y paciente con linfoma de Hodgkin y voluntario en la Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA).
La vida a menudo nos presenta desafíos inesperados que ponen a prueba nuestra fortaleza y determinación. En el año 2011 mi vida dio un giro inesperado. Estaba a punto de iniciar mi camino hacia la especialización en Cardiología cuando recibí un diagnóstico que cambió mi vida de una manera radical. Tras encontrarme un ganglio indoloro, decidí consultar y luego de realizarme una tomografía me diagnosticaron Linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer del sistema linfático. Este diagnóstico no solo alteró mi trayectoria profesional, sino que también desencadenó una transformación profunda en mi visión de la vida y en mi comprensión de la medicina.
Con menos de un año de experiencia como médico, me encontré luchando contra una enfermedad desafiante. Durante dos años me sometí a intensas sesiones de quimioterapia en un intento de combatir el linfoma, las cuales no funcionaron. Sin embargo, en 2013 me realicé un autotrasplante de médula ósea seguido por radioterapia durante un mes. En abril de 2014 le enfermedad había vuelto y para el 2016 había progresado. Una vez más, el tratamiento elegido por los profesionales fue la quimioterapia. Hasta que finalmente, en abril de 2018, recibí un trasplante de médula por segunda vez y la donante fue mi hermana Guadalupe.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Durante la internación para el trasplante tomé una decisión que cambiaría mi vida y la de innumerables personas más. Grabé un video que documentaba cada fase del tratamiento y compartí mi experiencia en las redes sociales. La viralidad del video fue asombrosa: llegó a reproducirse más de 2,5 millones de veces, lo que refleja la necesidad de información sobre los procedimientos médicos.
Decidí dar un paso más allá al escribir un libro: "En un segundo, de médico a paciente", un testimonio de mi propia travesía a través del linfoma y el trasplante de médula ósea. Los relatos escritos durante el tratamiento se transformaron en un resumen de experiencias, aprendizajes y reflexiones. A través de su escritura, logré llegar a un público amplio y variado, brindando apoyo y comprensión a pacientes oncológicos y a aquellos que buscan comprender la enfermedad desde una perspectiva humana; especialmente a mis colegas profesionales de la medicina. Yo mismo tuve una mala experiencia de acercamiento médico - paciente cuando me informaron telefónicamente el resultado de la biopsia con cero tacto y he escuchado muchas historias similares durante estos años, producto de una formación que relega la parte social.
Soy voluntario en la Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA), la cual trabaja dando a conocer información, creando espacios de encuentro y ofreciendo orientación a pacientes con Linfomas, Síndromes Mielodisplásicos y Mieolofibrosis, con el propósito de ayudar al conocimiento de estas enfermedades, brindando contención y contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con las mismas. Mi rol en ACLA es dar testimonio de mi experiencia con la enfermedad y el tratamiento, trasmitiendo información y tranquilidad a pacientes y familiares. Mis testimonios lo pueden encontrar en mi Instagram @dr.maximorales. Es muy importante dar a conocer los síntomas de esta enfermedad porque el éxito en la cura de linfoma de Hodgkin es de un 90% si se detecta en forma temprana.
El 75% de los pacientes diagnosticados no conocían los síntomas, que se manifiestan con un agrandamiento indoloro de un grupo ganglionar, que muchas veces los que están ubicados en axilas, cuello, ingle, son fácilmente detectables. Otros síntomas generales son: pérdida de peso, sudoración profusa (generalmente nocturna) o fiebres inexplicables sin una causa infecciosa que los justifique. Otros síntomas pueden ser la fatiga, falta de energía, pérdida de apetito, tos y/o picazón persistente en todo el cuerpo (generalmente sin lesiones visibles en la piel), sensación de falta de aire o infecciones recurrentes. Si bien el agrandamiento ganglionar suele ser una de las primeras manifestaciones, se debe tener en cuenta que, la mayor parte de las veces, dicho aumento responde a causas no tumorales sino infecciosas. De allí que es tan importante la consulta precoz con el especialista, quien decidirá los exámenes de laboratorio, estudios de imágenes y la necesidad de la biopsia ganglionar para arribar al diagnóstico de certeza.
Por ello es importante el Día Mundial de Concientización del Linfoma, que tiene por objetivo incrementar el conocimiento por parte de la población sobre esta enfermedad que afecta en Argentina a 20 de cada 100.000 personas, para poder reconocer sus síntomas a tiempo, permitiendo un diagnóstico precoz de la misma. Esto es fundamental, ya que cada año se diagnostican 730.000 nuevos casos a nivel mundial. También es una buena oportunidad para destacar historias inspiradoras que resalten el poder del espíritu humano en la lucha contra esta enfermedad.
Con información de Télam