Los niveles de agua de los ríos que atraviesan la vasta selva amazónica han ido descendiendo, tras una sequía récord seguida de menos lluvias, lo que plantea retos sin precedentes a la población de Ribeirinhos que vive allí.
Los ríos son cada vez más difíciles de navegar y el agua está demasiado sucia para consumirla, por lo que muchos de los habitantes tradicionales de las riberas dependen del suministro externo de agua potable.
Francisca das Chagas da Silva, una residente, dijo que las personas mayores en particular han tenido dificultades porque necesitaban caminar mucho más para conseguir agua. "Tenemos que acarrearla desde las orillas del río hasta nuestras casas", explica.
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Los Ribeirinhos suelen obtener agua directamente de los ríos o tienen sistemas conectados, pero estos medios de suministro fallan cuando el nivel del agua desciende tan drásticamente.
Ahora, muchos residentes dependen de organizaciones no gubernamentales o del gobierno estatal para obtener agua potable.
Joao Ferreira Mendonca, líder de la comunidad, dijo que la orilla del río estaba a unos 800 metros (0,5 millas) de distancia de algunas casas, una larga distancia para una persona mayor o con problemas de salud.
"Ahora imagínense a una persona bajo el sol ardiente, gente con la tensión alta, haciendo este recorrido", dijo.
El Servicio Geológico Brasileño, SGB, ha advertido en los últimos días de que se esperaba que todos los ríos de la cuenca del Amazonas descendieran por debajo de sus niveles históricos.
Los ribeirinhos suelen vivir en las riberas de los ríos, en viviendas sobre pilotes, desde donde se desplazan con barcas a motor.
Rosicleia Gomes Vieira, otra residente, dijo que la vida en general se estaba volviendo mucho más aislada porque el bajo nivel de las aguas dificulta la navegación y hace imposible llevar productos a la ciudad.
Aparte de los ríos, que durante mucho tiempo han sido el principal medio de transporte de los residentes, sólo hay un largo camino de tierra que atraviesa la densa selva tropical.
En Brasil, donde también se han producido incendios forestales, el bajo nivel del agua también está afectando a los envíos de soja y maíz en los estados del centro-oeste, como Mato Grosso, la principal zona productora de cereales de Brasil.
(Reportaje de Bruno Kelly en Humaitá y Lisandra Paraguassu en Brasilia; Redacción de Stefanie Eschenbacher; edición de Diane Craft, Editado en español por Juana Casas)