El canciller de Alemania, Olaf Scholz, presentará el miércoles una solicitud de moción de confianza al Parlamento, el paso previo necesario para la celebración de nuevas elecciones federales tras la ruptura de su coalición el mes pasado.
La formulación de políticas se ha paralizado en gran medida desde la implosión de la coalición de Scholz, formada por socialdemócratas (SPD), verdes y neoliberales demócratas libres (FDP), que le ha dejado al frente de un Gobierno en minoría.
Sin embargo, el sistema político alemán no permite al jefe del Gobierno convocar nuevas elecciones, ya que está diseñado para garantizar la estabilidad y dar voz a otros poderes, como el Parlamento y la Presidencia, en asuntos tan importantes.
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Un portavoz del Gobierno dijo a Reuters que Scholz presentaría la petición de voto de confianza por escrito el miércoles.
Se espera que Scholz pierda la votación, prevista para el 16 de diciembre, pues su Gobierno ya no tiene mayoría. Entonces deberá pedir al presidente que disuelva el Parlamento, desencadenando nuevas elecciones.
La votación se producirá sólo diez días después de que el ex primer ministro francés Michel Barnier perdiera una moción de censura, lo que subraya el inusual grado de inestabilidad política que asola a las dos principales potencias europeas.
Scholz ha acordado con la oposición celebrar la votación el 23 de febrero, lo que prepara a Alemania para una campaña electoral corta e invernal.
Actualmente, los conservadores de la oposición van camino de ganar, ya que un sondeo publicado el lunes los sitúa con un 31%, seguidos de la ultraderechista Alternativa para Alemania, con un 18%, el SPD de Scholz, con un 17%, y los Verdes, con un 13%.
El FDP y la recién creada Alianza Sahra Wagenknecht se sitúan actualmente por debajo del umbral del 5% para entrar en el Parlamento, con un 4%.
Sin embargo, analistas afirman que las encuestas pueden cambiar rápidamente, ya que los votantes son menos fieles a los partidos que antes y recuerdan la campaña electoral de 2021, en la que los conservadores pasaron de favoritos a segundos en pocos meses.
El líder de los conservadores, Friedrich Merz, es considerado propenso a las meteduras de pata y a perder las formas.
Scholz se convertirá en el quinto canciller de la historia de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial que se somete a un voto de confianza.
Con información de Reuters