El ministro de Seguridad de Israel, el ultranacionalista Itamar Ben-Gvir, subió el jueves al recinto de la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén "para rezar" por los rehenes de Gaza, desafiando así las normas sobre uno de los lugares más sensibles de Oriente Próximo.
La postura oficial de Israel acepta las normas vigentes desde hace décadas que restringen la oración de los no musulmanes en el recinto, el tercer lugar más sagrado del Islam y conocido como Monte del Templo por los judíos, que lo veneran por ser el emplazamiento de dos antiguos templos.
En virtud de un delicado "statu quo" suscrito hace décadas con las autoridades musulmanas, el complejo de al-Aqsa está administrado por una fundación religiosa jordana y, según normas que se remontan a varias décadas, los judíos pueden visitarlo pero no rezar en él.
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En una publicación en X, el ministro de Seguridad Ben-Gvir, de ultraderecha, dijo: "He subido hoy a nuestro lugar sagrado, para rezar por el bienestar de nuestros soldados, para devolver rápidamente a todos los rehenes y la victoria total con la ayuda de Dios".
La publicación incluía una foto de Ben-Gvir paseando por el recinto, situado en una plaza elevada de la amurallada Ciudad Vieja de Jerusalén, pero ninguna imagen ni vídeo de él rezando.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu emitió inmediatamente un comunicado en el que reiteraba la postura oficial israelí.
Con información de Reuters