El presupuesto personal es uno de los pilares principales y fundamentales de la educación financiera, ya que te permite aprender cómo usar tu plata mes a mes y tener un mejor control de cuánto entra y cuánto sale. Para que, así, los días esperando que te depositen el sueldo no se vuelvan eternos.
Pero, ¿en qué consiste exactamente un presupuesto personal y cómo hacer uno? Te contamos acá.
¿Qué es un presupuesto personal?
Un presupuesto personal es una herramienta que te puede ayudar a mejorar tus finanzas personales. Básicamente es un plan financiero sobre tus ingresos y egresos durante un período de tiempo determinado, generalmente un mes.
Su función es planificar en qué vas a distribuir la plata que tenés, de manera que puedas hacer un cálculo anticipado de cuánto irá para tus obligaciones, y así saber también qué cantidad “extra” tendrás disponible para otros gastos.
El presupuesto personal consiste en un documento dinámico en el que vas anotando tus ingresos y gastos. Requiere de controles y actualizaciones en todo momento, por lo que, si sos constante, vas a desarrollar inteligencia financiera. Es decir, cada vez más vas a poder tomar decisiones informadas sobre lo que recibís y lo que invertís día a día.
¿Por qué es importante llevar un presupuesto personal?
Por si todavía no lo notaste, saber cómo armarlo es indispensable para organizarte bien financieramente. Esto es porque el presupuesto expresa de manera cuantificable cómo vamos a administrar nuestros ingresos y egresos. Y, claro, sirve para planificar. Así, un presupuesto personal te permite:
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Planificar en qué vas a usar tu plata.
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Manejar de mejor manera tus ingresos.
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Pagar a tiempo tus compromisos, obligaciones y deudas.
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Identificar gastos innecesarios o muy elevados y eliminarlos.
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Monitorear tus finanzas.
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Definir un plan de ahorro.
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Analizar si necesitás ingresos extra para llegar mejor a fin de mes.
Paso a paso: ¿cómo hacer un presupuesto personal?
Realizar este presupuesto es más fácil de lo que pensás. Sobre todo, si seguís estos pasos:
1. Anotá todos tus ingresos
El primer paso en un presupuesto es calcular, con el mayor detalle posible, cuánta plata nos ingresa por mes. Así, podemos saber con qué cantidad de plata vamos a contar durante ese período para afrontar los gastos.
Generalmente, el mayor ingreso proviene del sueldo, al que se le puede sumar ingresos extra; aguinaldo; bonos o premios; u otras contraprestaciones como puede serlo, por ejemplo, la venta de algún objeto o un alquiler.
2. Anotá todos tus gastos: necesarios y obligatorios
Lo siguiente es especificar todas las salidas de plata: desde el gasto principal y más necesario del mes (el alquiler o los servicios, por ejemplo), hasta los más pequeños y triviales. Lo importante es que todo esté registrado y presupuestado.
Esto es porque los gastos pueden ser variables o fijos: los fijos son los que sabemos que van a suceder y tenemos que pagar mes a mes sin grandes variaciones —alquiler, gastos de comida y transporte, servicios, impuestos—; y los variables son lo que pueden ir cambiando según la etapa del año —ropa, libros, regalos, salidas-.
3. Calculá la plata disponible
Finalmente, tenés que restar tus gastos a los ingresos. Es así que vas a saber cuánta plata te queda disponible para otro tipo de gastos. Con este total vas a reconocer si necesitás recortar algún gasto variable, buscar un ingreso extra o, también, cuánto podés ahorrar por mes.
Lo que es muy importante es que esta cuenta nunca te de cero o, peor todavía, un resultado negativo, porque significa que gastás más de lo que ganás.
Como ves, tener un presupuesto personal es tan fácil como importante, y te ayudará a manejar mejor tus finanzas. Siempre y cuando, claro, lo hagas a conciencia y con disciplina.