Los caudales de los ríos de todo el mundo cayeron a mínimos históricos el año pasado en medio de un calor récord, poniendo en peligro el suministro de agua en una época de creciente demanda, mostró el lunes un informe de la agencia meteorológica de la ONU.
Las prolongadas sequías redujeron el caudal de los ríos en gran parte de América del Norte, Central y del Sur, y las cuencas del Misisipi y del Amazonas registraron niveles mínimos récord de agua en 2023, según el informe sobre el Estado de los Recursos Hídricos Mundiales, basado en datos que se remontan 33 años.
Las cuencas de los ríos Ganges y Mekong también experimentaron condiciones inferiores al promedio. En conjunto, el 50% de las cuencas hidrográficas del mundo mostraron condiciones anormales, la mayoría deficitarias, lo que redujo la disponibilidad de agua para la agricultura y la industria.
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"El agua se está convirtiendo en el indicador más revelador de la angustia de nuestro tiempo por el clima y, sin embargo, como sociedad mundial, no estamos tomando medidas para proteger estas reservas", declaró la Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Celeste Saulo, en una rueda de prensa celebrada en Ginebra.
Saulo advirtió que los ciclos del agua se están volviendo más erráticos debido al cambio climático e hizo un llamamiento para aumentar la vigilancia hidrológica con el fin de seguir y responder a los cambios.
La sequía amazónica se ha repetido este año, con la aparición de bancos de lodo en segmentos anteriormente navegables.
Stefan Uhlenbrook, Director de Hidrología de la OMM, dijo que esperaba más escasez de agua este año en partes del mundo donde se han registrado nuevos récords de calor.
"Es muy probable que este tiempo caluroso y seco siga traduciéndose en un bajo caudal de los ríos", declaró a la prensa.
El calor récord del año pasado también provocó las mayores pérdidas de masa de los glaciares del mundo en 50 años, según el informe de la OMM. En total, perdieron 600 gigatoneladas de agua en un año de deshielo extremo.
Según Uhlenbrook, los ríos alimentados por glaciares, como los de Europa y Escandinavia, registraron caudales elevados, pero en los próximos años disminuirán considerablemente.
"Cuando el glaciar desaparezca dentro de unas décadas. Será muy dramático", afirmó.
Con información de Reuters