Luego de confirmarse por análisis de laboratorio la detección de nuevos casos de rabia paresiante y tristeza bovina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) llevó a cabo acciones sanitarias de reconocimiento y control en establecimientos de la localidad formoseña de Laguna Yema.
Durante el mes de octubre, y tras recibir notificaciones de mortandades en bovinos, especialistas del SENASA recorrieron establecimientos donde ejecutaron las acciones correspondientes: inspección clínica y necropsia de los animales sintomáticos fallecidos, y tomó muestras para remisión a laboratorio.
Los análisis de las muestras tomadas en el primer establecimiento confirmó casos de rabia paresiante en dos terneros, por lo que el organismo sanitario realizó la interdicción de los campos ubicados en un radio de 10 kilómetros alrededor del brote, e indicó cumplir con la vacunación antirrábica obligatoria de todos los animales susceptibles para evitar la diseminación de esta enfermedad zoonótica, según confirmaron desde la revista Chacra.
Frente a ese contexto, el Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa gestionó con el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de Formosa la vacunación post exposición de las personas que entraron en contacto con los animales enfermos.
En el segundo campo, con mortandad de vacas con cría, se confirmó, por microscopía y hemograma, un brote de anaplasmosis o tristeza bovina, una enfermedad anemizante, que causa mortandades y síntomas similares a la rabia, pero que puede ser tratada, si es diagnosticada a tiempo, según informó el organismo sanitario.
Tanto la rabia paresiante, como la babeosis y anaplasmosis bovina , causan gran impacto en la ganadería, y son las principales enfermedades que provocan mortandad epidémica. Al presentarse con sintomatología similar, el diagnóstico por laboratorio es la única herramienta eficaz para diferenciarlas inequívocamente.
Qué es la rabia paresiante y la tristeza bovina
La radio paresiente es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos, a los equinos, con menor frecuencia a otras especies domésticas, al hombre y a algunos animales silvestres. La rabia paresiante es una enfermedad de notificación obligatoria, tanto para los productores como para los veterinarios.
por su parte la tristeza bovina es la forma común para denominar en nuestro país al conjunto de enfermedades integrado por la babesiosis y la anaplasmosis que, pese a ser afecciones diferentes entre sí, poseen características comunes. Tanto las babesias como el anaplasma se desarrollan dentro de los glóbulos rojos de la sangre y producen su destrucción.