El boom de las plantas
Cada día podemos ver nuevas tendencias nacer en Internet y las redes sociales, ya sea moda, finanzas, en algún casino o mundo fitness, pero sin dudas una costumbre que se ha profundizado durante el 2020 ha sido la adopción de plantas de interiores. ¿Qué pasa si acumular plantas en tu casa no es tan bueno para el planeta como creías?
Para muchos millenials y centennials, esta tendencia fue una reacción ante la creciente amenaza del cambio climático y el encierro cada vez mayor de las ciudades, que se intensificó aún más durante la cuarentena: si no se podía salir, había que traer el exterior a los hogares. Según estudios recientes, cuatro de cada cinco personas entre 16 y 24 años tiene al menos una planta de interior.
Pero, este aumento abrupto en el consumo de plantas generó una nueva demanda que llevó a un consumo de grandes volúmenes de agua, tierra e iluminación y calor artificial. Las redes sociales a su vez han colaborado a la búsqueda de especies más escasas e incluso al tráfico ilegal de especies en riesgo.
Más plantas, más problemas
Suplir la demanda de esas plantas más “raras” lleva a las grandes granjas industriales a crear nuevas especies a través de la adaptación genética de algunas especies que, de otro modo, sería imposible cultivar en ciertas regiones. Es lo que sucede, por ejemplo, en la empresa Costa Farms en Estados Unidos, que creó su propia Neon Potus. La misma empresa durante 2020 obtuvo un ingreso de $865 millones de dólares.
Por supuesto que asociado a estas prácticas se suman los ya conocidos fertilizantes y pesticidas que terminan contaminando el medio ambiente a su alrededor.
Opciones más sostenibles
Como siempre, conocer el origen de las compras ayudará a que el consumo que se realiza sea más responsable y, por lo tanto, afecte menos a la biosfera.
En ese caso, lo que algunos especialistas en botánica recomiendan es optar por especies locales, es decir no importar plantas o especies exóticas en peligro. Otra manera es realizar intercambio de plantas, semillas y esquejes entre fanáticos, en lugar de comprar nuevas lo que ayudará a evitar envíos y empaquetados innecesarios.
Y, aunque tal vez no sea tan evidente, elegir macetas biodegradables es una medida extra que vale la pena tomar para tener un consumo más sostenible.
En definitiva, el consumo de plantas no es necesariamente malo, pero se debe tener cuidado en la forma en la que se practica.