La justicia mendocina impuso prisión domiciliaria al empleado de una sala de escape ubicada en la localidad de Godoy Cruz, quien fue imputado por "abuso sexual simple" en perjuicio de menores de edad y deberá abonar una fianza para que la medida se haga efectiva, informaron hoy fuentes judiciales.
La Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual hizo lugar al pedido de la defensa y fijó, entre otras reglas de conducta, una caución de 500.000 pesos, que hasta esta tarde el acusado aun no había rendido.
El joven, de 20 años, quedó detenido la semana pasada, cuando se presentó junto a su abogado en el Edificio del Ministerio Público Fiscal.
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En sede del Polo Judicial Penal mendocino en ese momento se le notificó la imputación formal en cinco causas (relacionadas con hechos distintos) por el delito de "abuso sexual simple agravado por la calidad de guarda", según detalló la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual.
Además, el fiscal Darío Nora, quien lleva adelante la investigación, dispuso la detención del imputado, quien quedó alojado en una comisaría de Godoy Cruz hasta que se resolviera la solicitud de la prisión domiciliaria pedida por su defensa.
Los hechos bajo investigación que trascendieron la semana pasada son por "abuso sexual simple por tocamientos a las supuestas víctimas", señalaron voceros judiciales.
En el lugar funciona una "sala de escape", donde se realizan juegos de aventura físico y mental, que consisten en encerrar a un grupo en una habitación, donde deberán solucionar enigmas de todo tipo para ir desenlazando una historia y conseguir salir antes de que finalice el tiempo disponible.
Por su parte, desde la sala de escape "Enigma", difundieron la semana pasada un comunicado en sus redes sociales donde informaron que habían "desvinculado" al joven denunciado y estaban cooperando con la justicia.
Con información de Télam