(Pedro Fernández Mouján, enviado especial).- El viejo y consecuente realizador británico Ken Loach (86 años), autor de una incisiva filmografía con títulos centrales del cine político europeo como "Riff Raff", "El viento que acaricia el prado" y "Yo, Daniel Bake", entre infinidad de filmes (estos últimos dos ganadores de la Palma de Oro), fue uno de los encargados de cerrar este viernes con su cinta "The Old Oak" la competencia oficial de esta edición del Festival de Cannes, que continúa sus proyecciones y mañana entrega la Palma de Oro.
Loach había estado en Cannes por última vez en 2019 con "Sorry We MIssed You" (algo así como "perdón nos olvidamos de vos"), una virulenta crítica al neoliberalismo y las nuevas formas laborales de los emprendedores, centrada en un padre al que se le desmorona la familia cuando pierde el empleo formal e intenta arreglárselas "por su cuenta" trabajando para una empresa de entrega de productos, al servicio de un gran almacén que recibe pedidos de Mercado Libre, por ejemplo, pero donde el tiempo y las herramientas de trabajo las pone el trabajador.
En este caso, Loach aborda el tema de la migración y cómo la llegada de un contingente de sirios desplazados de su país irrumpe y las reacciones que genera en un pequeño poblado del nordeste de Inglaterra junto al mar, una antigua ciudad minera hoy en decadencia.
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A diferencia de títulos anteriores, la resolución del filme no es tan negativa. Más allá de las primeras reservas y agresiones y las que subsisten, una parte de la comunidad que se reúne en torno de The Old Oak -el único pub que queda en pie en el pueblo- asume una postura solidaria y abierta con los nuevos inmigrantes.
Otra vez sí, queda en evidencia a través del discurso de Loach, los gigantes retrocesos de las clases trabajadoras en todo el mundo y la manera que, en la mayoría de los casos, su conciencia política se pulverizó y viró hacia posturas reaccionarias opuestas a sus intereses.
En el primer turno de las galas de este viernes estuvo "La chimera", filme de la italiana Alice Rohrwacher, habitual participante de Cannes desde sus comienzos con el Gran Premio del Jurado en 2014 con "Le meraviglie" y el Mejor Guion en 2018 con "Happy As Lazzaro".
En este caso, Rorhwacher vuelve a jugar con la fábula y el cuento por momentos fantástico mixturado con cierto costumbrismo. En "La chimera" (la quimera) el personaje central es un extranjero ("alguien sin raíces", lo definió Rorhwacher) que llega luego de una ausencia a un pequeño pueblo etrusco sobre el mar Tirreno (el pueblo de infancia de la realizadora), y prontamente reorganiza un grupo destinado a hacerse de piezas arqueológicas enterradas desde la antigüedad, que venden en el mercado ilegal.
La habilidad de Arthur (el extranjero, protagonizado por Johs O'Connor -también trabaja Isabella Rosellini-) es que sabe localizar las tumbas etruscas por algún tipo de suprasentido que posee.
Encuentra el lugar, él y sus compañeros cavan y acceden a una tumba o unas catacumbas que conectan con distintos sitios.
También hay un amor pasado y desaparecido en la trama, al quizás también se lo esté buscando.
Más allá de lo que sucede en el filme con la banda de buscadores de tesoros -un viejo mito de esa zona italiana-, el relato es una bellísima y de a momentos irresistible descripción de un pueblo pequeño, enclavado en un peñasco sobre el mar.
Todo aquello propio de lo "popular", de lo cercano, de lo familiar, de lo alejado de las transacciones económicas y por el contrario vinculado con los acuerdos emocionales están hermosamente retratados y llevan a un alto disfrute del filme, como sucede con una fiesta al aire libre que se organiza en una especie de feria.
Con estas películas concluyó la competencia oficial de esta septuagésima sexta edición de Cannes, que tuvo un par de películas flojas, algunas buenas y otras muy buenas y que mañana, con gran expectativa, entregará su Palma de Oro por un jurado presidido por el sueco Ruben Ostlund ("El triángulo de la tristeza") y del que forma parte el argentino Damián Szifrón.
Más allá de las decisiones que vaya a tomar el jurado, que tiene criterio propio y superior, un pasaje rápido por las películas que pasaron por la competencia permite destacar algunos casos fundamentales, como la vuelta de Win Wenders a la mejor expresión de su cine con "Perfect Days", una película filmada en Tokio sobre un hombre que hace la limpieza de los baños públicos de la ciudad.
También en nivel superlativo se situó el melodrama musical romántico "Fallen Leaves", del finés Aki Kaurismaki y la muy precisa, rigurosa, fría y con evocaciones a la actualidad "The Zone of Interest", del inglés Jonathan Glazer, que presenta la acogedora y amable vida familiar de un joven tecnócrata de las SS que diseña soluciones para los crematorios de las grandes matanzas en los campos de concentración y vive feliz con su mujer y sus cinco hijos pared de por medio con Auschwitz, desde donde llegan sus humos que nada nublan, con la familia feliz por el ascenso social y económico que experimentan.
También "Rapito", del maestro italiano Mario Bellocchio y con fuertes resonancias argentinas, sobre la apropiación de un niño judío por la curia romana en 1850, fue otra de las grandes películas del festival.
Las dos de hoy se suman a la lista de buenos filmes y, acaso unos escalones más abajo "Monster" de Hirokazu Kore-eda; "May December", de Todd Haynes y una buena actuación de Mia Wasikowska en "Club Zero", sobre sectas, millonarios, la obsesión alimentaria y padres olvidados de sus hijos.
También pasaron, fuera de competencia tanques estadounidenses como "Indiana Jones: y el dial del destino"; y la muy interesante película de Scorsese "Killers of the Flower Moon", con Robert De Niro y Leonardo Caprio, además de que "Elemental", la nueva producción de Pixar-Disney de Peter Sohn cierra mañana la muestra luego de la coronación.
Como hacía varios años no sucedía, la presencia argentina en Cannes fue importante este año con películas como "Los delincuentes" de Rodrigo Moreno, que a a pesar de sus inmensas virtudes se quedó sin premios en la selección Un Certain Regard de la que participó.
También en selección oficial pero en el apartado Cannes Premiere se vio "Eureka", de Lisandro Alonso, que convocó a Chiara Mastroianni y Viggo Mortensen para una película dividida en tres partes, con un gran comienzo de western para hablar de las comunidades originarias americanas, sus destinos, presentes y matanzas.
En la competencia de cortos Patricio Martínez y Francisco Canton participan con "Nada de todo esto" y en Cetain Regard también se vio "Los colonos", del chileno Felipe Gálvez, que estudió en la Universidad del Cine porteña, tiene parte de su casting argentino y su principal casa de apoyo es la argentina Cine Rei.
Con información de Télam