Roland Schwab, responsable de la puesta de "Tristán e Isolda" en el Festival Wagneriano de Bayreuth, cuya nueva edición con la vuelta a la presencialidad se inicia mañana, consideró que en ese marco ejecutar obras de otros compositores sería un "sacrilegio".
"Aquí, en el festival, hay pianos por todas partes, pero la gente no se atreve a sentarse ante uno de ellos y tocar algo que no sea Wagner. Todo el mundo tiene un umbral de inhibición, tal vez suenen brevemente otros compases, pero acaban rápido porque uno se siente culpable, es un sacrilegio"., señaló Schwab a la agencia alemana de noticias DPA.
El director de "Tristán e Isolda", anunció una versión utópica y estética de la gran ópera de amor de Wagner que buscará, según dijo, "desprenderse del mundo, superar los límites, perderse, perderse en el otro. No hay más 'yo' ni más 'tú'. Perderse en el universo, en un amor universal. Quiero permitir este anhelo. Especialmente en nuestro contexto actual, esto es muy, muy importante para mí".
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Con información de Télam