Victoria Birchner despedirá el 2023 con un recital que el próximo jueves se desarrollará en la Sala Osvaldo Pugliese del porteño Centro Cultural de la Cooperación (CCC) donde, anticipa, “voy a cantar canciones para abrazarnos colectivamente”.
“Desde las canciones que vengo cantando, pero también desde algunas experiencias personales que llevaré a ese recital quiero invitarnos a estar juntos, a mirarnos. En este mundo que nos lleva cada vez más a lo individual, tenemos que acompañarnos y saber que nos necesitamos bien y que necesitamos cuidarnos entre nosotros para a partir de ahí poder construir”, propone Birchner en diálogo con Télam.
La vocalista y compositora rafaelina se presentará desde las 21 en una de las salas del espacio sito en Av. Corrientes 1543 en compañía de Julieta Lizzoli en piano arreglos y dirección; José Torelli en guitarra; Guido Martínez en bajo; y Mariano Risso en percusión; sumando como invitado a Patricio Sullivan en charango.
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Allí repasará cancionero reunido en sus dos álbumes "Memoria del viento" y "Que suene a Victoria", además de las piezas lanzadas como singles: "Que bla, bla, bla" (que la unió a Lula Bertoldi) y “Sea” (grabada con Sandra Mihanovich).
“Yo siempre canto lo que necesito cantar y lo que siento que necesitamos. En este caso, también como cierre de año y en el contexto político que estamos viviendo, siento que lo que necesitamos es juntarnos más que nunca y trabajar desde lo colectivo militando el amor. Y desde el amor y desde el abrazo cuidarnos, reflexionar y construir y afortunadamente hay canciones para todo eso”, señala la cantante sobre el repertorio para su última actuación del año.
La artista que está confirmada dentro de la grilla del 64° Festival Nacional de Folclore de Cosquín a realizarse entre el 20 y el 28 de enero próximo, resalta que ponerle un broche al 2023 “también será mi manera de agradecer por un año de conciertos a salas llenas de corazones contentos”.
“Será un noche de agradecimiento a la vida –anuncia-, de poder valorar lo que tenemos para ponernos en el lugar del otro y ayudar al otro y poder ver lo que la otra persona necesita para que la música sea un canto colectivo que nos reúna aunque no pensemos del todo igual con el que tenemos al lado”.
Con información de Télam
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