El Festival Internacional de Cine de Berlín repudió hoy la invasión de Rusia a Ucrania pero anunció que no vetará de sus próximos eventos a películas rusas, política que también aplican en Cannes y Venecia.
La Berlinale se sumó hoy a los Festivales de cine de Cannes y Venecia en cuanto a mantener declaraciones de rechazo a la guerra emprendida por Rusia pero sin afectar a las producciones cinematográficas de ese origen.
"Condenamos incondicionalmente la guerra de agresión de Rusia, que viola la ley internacional, y expresamos solidaridad con el pueblo de Ucrania y todos los que están haciendo campañas contra esta guerra", sostuvieron las autoridades de la Berlinale en un comunicado.
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No obstante, la comunicación indicó que "aun en esta etapa de agresión criminal de Rusia, excluir cineastas o trabajadores de la cultura en función de su nacionalidad no debería ser la meta".
"Es muy frecuente que precisamente esos trabajos sean los que critiquen a sus regímenes; consecuentemente, la Berlinale adopta una clara postura en contra del boicot general de obras culturales con base en su origen, ya que ello reprimiría muchas voces críticas", agregaron.
Más allá de sumarse a sus homólogos y prominentes festivales en Cannes y Venecia, la medida va contra los pedidos de la Academia Europea de Cine, el Instituto de Cine de Polonia y todas las organizaciones del sector en Ucrania, que piden un boicot total de las películas rusas.
Sin embargo, la Berlinale dijo que prohibirá de su festival delegaciones e instituciones oficiales de Rusia, al igual que "actores que apoyen al régimen hasta que el país termine con la guerra cruel contra Ucrania".
En el mismo sentido, Cannes y Venecia anunciaron recientemente que harán lo propio en sus festivales y que aceptarán filmes rusos "de quienes se opongan al actual régimen ruso".
Con información de Télam