Guido De Paula y Andy Riva son los realizadores de "Las intemperies", opera prima filmada íntegramente en Tierra del Fuego y en la que recurren al policial y el suspenso con guiños al western para contar una historia de dobles que se estrena este jueves en cines y llega a la plataforma Cine.ar.
Protagonizada por Alfonso Tort y rodada en increíbles locaciones naturales, "Las intemperies" narra la historia de dos hermanos: Diego, que vive en la cordillera como un ermitaño, alejado de la sociedad que le recuerda a su hija fallecida, y Lorenzo, que emprende su búsqueda, plagada de obstáculos y episodios turbios, a través de la cual busca sanación.
El filme, que ganó el concurso Raymundo Gleyzer por la región Patagonia, Mejor Guion del Fondo Nacional de las Artes, Mejor Fotografía y Sonido en el Seattle Latino Festival y Mejor Actuación para Tort en el festival de cine independiente Madriff, cuenta con un elenco que completan Daniela Castillo Toro, Luis Amarillo, Ariadna Sprenger Goia, y Diego Paula, entre otros.
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Para conocer distintas alternativas del rodaje, la decisión de filmar en Tierra del Fuego, el origen y las ideas centrales presentes en la película, Télam entabló un diálogo con De Paula y Riva.
-¿Qué imágenes, elementos o ideas están en el origen de la película?
- Los dos somos lectores de Jack London y estamos signados por sus historias, películas como "Into the Wild" (Sean Penn) generaron gran impacto en nosotros. La potencia del ermitaño, todo lo que rodea sus decisiones nos habitó y conmovió desde un principio, el arquetipo pedía su forma enmarcado en la naturaleza brutal, las soledades de la intemperie.
Uno de los elementos fundantes de esta historia es la búsqueda del perdón y la redención de uno de sus protagonistas y cómo poder ayudar a sanar heridas vinculares no cerradas como también la idea de que al entrar en comunión con la naturaleza ésta se puede abrir para mostrar que es mucho más que lo que ven nuestros ojos y que en sus elementos pueden alojarse nuestros seres queridos también.
- ¿Por qué deciden filmar en Tierra del Fuego y qué decisiones tomaron respecto de la manera de integrar el lugar, la naturaleza y el paisaje a la película?
- Básicamente el proyecto nace en Tierra del Fuego con la ferviente intención de ayudar a impulsar la producción audiovisual de la provincia y trabajar con tecnicxs y actores locales, para que a su vez éstos tengan la posibilidad de ampliar su formación compartiendo con personas que vienen laburando en la industria hace muchos años.
Más allá de nuestro profundo amor por los paisajes y la naturaleza fueguina, queríamos que ésta funcione como un personaje en sí mismo, lejos de retratarla como panfleto turístico, nos esforzamos para que pueda expresarse y tener su propia voz. La isla tiene mucho que decir, y de alguna manera nos interesaba como realizadores, escucharla y hacer eco de su voz.
- Siendo hermanos, Diego y Lorenzo podrían ser dobles, uno el doble del otro, ¿está la idea del doble incluida en la historia?
-Claro, en un principio los dos hermanos iban a estar interpretados por distintos actores, sin embargo la idea de que fuera el mismo actor quien encarna ambos personajes fue creciendo e imponiéndose de a poco. Al haberse hecho realidad, la idea del doble se vuelve exponencial. Son reflejos el uno del otro, es complejo, pero de alguna manera el arco argumental podría ser entendido también como el de un solo personaje, que al enfrentarse a sí mismo logra, por fin perdonar y soltar al dolor.
- ¿Dónde y cuándo se filmó y cómo fue el proceso de rodaje de la película?
- "Las Intemperies" se filmó en Ushuaia y alrededores a finales de noviembre y principios de diciembre del 2019. La ingeniería del plan de rodaje fue muy complicada teniendo en cuenta que Alfonso Tort interpreta a dos personajes. Durante una semana filmamos en punta Paraná en la cascada donde armamos el refugio del ermitaño, un ambiente muy bravo, frío y resbaladizo, subiendo la montaña en donde Alfonso compone a los dos hermanos. El rodaje fue muy exigente, carecíamos de tiempo para hacer muchas retomas o muchísimos planos y filmábamos lo justo para contar la historia.
Rodar en Ushuaia trajo consigo toda la belleza que sus entornos naturales proponen. Pero la logística no fue nada fácil por lo acotado del presupuesto. El desafío era buscar locaciones relativamente cerca de la ciudad, pero que no perdieran la condición de inhóspitas. Teníamos en claro que queríamos el mayor tiempo en set posible y para eso era fundamental no tener largos traslados. El otro gran tema era el clima, si bien rodamos en primavera, en Tierra del Fuego puede caer nieve en cualquier momento del año, por suerte fue un noviembre muy benévolo, y si bien siempre las temperaturas son bajas, no hubo grandes lluvias, ni grandes tormentas de viento.
Por otro lado, al tener mucho equipo técnico local sabíamos que se iba a adaptar muy bien a los lugares y a los desafíos que cada locación presentara. Otro obstáculo fue la movilidad, ya que no contamos con motorhome, ni camión de equipos, y tuvimos que improvisar todo en autos, utilitarios y camionetas 4x4, lo cual fue engorroso, sobre todo para lxs tecnicxs y elenco. Realmente debemos agradecer la predisposición de todo el equipo que puso lo mejor de sí para sacar el rodaje adelante.
-En su narrativa la película incorpora el género: el suspenso y el policial, ¿qué relación quisieron establecer con el cine de género y por qué quisieron que estuviera presente?
- Por más de que su rostro más visible es el policial, nosotros vemos en el resultado una fusión de distintos géneros: está el suspenso, el drama y una pequeña pizca de western también. Las formas de los géneros nos proporcionaron el marco de contención para poder hablar de una búsqueda más profunda y espiritual.
-Lo extraño y el misterio de lo cercano también están presentes.
- ¿Qué es lo extraño y qué el misterio? "Las Intemperies" busca retratar ideas que tal vez los pueblos originarios habitan desde siempre a diferencia de lo que nos puede suceder en las grande urbes. Los protagonistas deben alejarse cada vez más de la civilización (y con ellos llevar al espectador), compartir la intemperie de los demás y sus heridas abiertas, la intemperie espiritual para poder entender. El tiempo roto y no lineal, los elementos de la naturaleza como participes de las vidas de las personas y en diálogo mutuo, como decíamos antes, si nos permitiéramos pensar que en la naturaleza se alojan quienes supimos amar tal vez aprenderíamos a cuidarla un poco más.
Con información de Télam