Thelma Fardin abraza la actuación a la espera de la primera declaración de Darthés

12 de octubre, 2022 | 13.16

(Por Verónica Rodríguez) La actriz Thelma Fardin protagoniza "Anaïs, el deseo consumado", obra en la que encarna a la escritora Anaïs Nin, en una pieza en la que dice "se puede ver a una mujer llevar adelante su deseo sin medir las consecuencias" y mientras aguarda las instancias decisivas de su juicio contra Juan Darthés, quien declarará por primera vez en la causa el próximo jueves 20 en Brasil.

"Esta es una obra que tiene mucho erotismo y que inevitablemente incomoda. Esos dos puntos atraviesan al espectador y, también, está presente algo de la moral, porque es intrínseco a cómo fuimos criados. Hace pensar en las concepciones morales que tenemos, no porque las mencionemos sino por las creencias de cada uno", explicó Fardin en diálogo con Télam, sobre la puesta que se puede ver en el teatro Border los viernes a las 22.

Con autoría de Lázaro Droznes, la pieza muestra un recorte de los diarios íntimos de la escritora francesa, naturalizada estadounidense, en la que se narran los vínculos amorosos de Nin con figuras como el escritor Henry Miller y su esposa June, con su psicoanalista Otto Rank, con uno de sus dos maridos y la relación incestuosa que tuvo con su padre, el compositor y pianista cubano Joaquín Nin.

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Bajo la dirección de Virginia Lombardo, el elenco de la obra que se presenta en la sala ubicada en Godoy Cruz 1838, se completa con los actores Julián Belleggia, Esteban Coletti, Fiorella Camji, Emiliano Díaz, y Alfredo Martin.

Mientras desarrolla su actividad actoral, Fardin aguarda que el próximo jueves 20 Juan Darthés declare por primera vez desde el inicio del proceso judicial que se le sigue por abuso sexual, luego de que ella tuviera que presentarse en reiteradas oportunidades ante la justicia de Argentina, Nicaragua y Brasil, donde se sigue el juicio.

Télam: ¿Por qué elegiste hacer esta obra?

Thelma Fardin: Tenía mucha necesidad de estar arriba de un escenario y ponerme en la piel de un personaje. Apareció esta propuesta y me pareció muy seductor intentar aproximarme a esta mujer, con toda la fuerza que tuvo en su época, con esa capacidad de exponerse tanto y desde su arte contar su vida personal en una construcción que marcó su literatura.

T: Una historia fuerte para una mujer de esa época...

TF: En cualquier época ser mujer inevitablemente es estar sometida a muchas violencias, y ella en ese tiempo se animó a romper ciertos paradigmas, que incluso leerla hoy y no escandalizarse no es fácil porque fue muy disruptiva.

T: ¿Cómo fue la construcción del personaje?

TF: El nivel de sensibilidad con el que ella vive el mundo es muy complejo y, a la vez, hay algo de no tener idea de la moral como la entendemos hoy. Estas aventuras de Anaïs se enmarcan en un momento disruptivo de la época, que rozan el libertinaje y es muy difícil no caer en el lugar común de la "femme fatal" y poder darle otra profundidad y entender qué pulsión de deseo la movilizaba.

Con la directora elegimos construir a esta mujer sin caer en el lugar del objeto de deseo, sino de ella como sujeto de deseo y plagarlo de emocionalidad y de contenido.

T: ¿Cuál es tu mirada con respecto a ella?

TF: Me resulta controversial. Muchas veces la mencionan como una feminista y no sé si ella tenía ese interés. Hay algo en su forma, en donde reclamaba las mismas cosas que había disponibles para los hombres, y en ese sentido me genera un distanciamiento, porque creo que no son las mismas sino que tenemos que reclamar una igualdad pero que tenga sentido, no igualarnos también en los actos de crueldad, por ejemplo. No me interesa reproducir sino encontrar formas nuevas que sean liberadoras para cualquier sexo.

T: ¿Cuánto influyó en tu carrera haber hecho la denuncia por abuso sexual?

TF: Quisiera poder decir que no influyó pero lamentablemente sí lo hizo. Seguimos siendo una sociedad muy conservadora a la que le cuesta mucho aceptar que una pueda ser muchas cosas, parece que se construyó alrededor mío un cristal que me deja medio inmóvil en el ícono feminista y me impide continuar con lo que hice toda mi vida que es trabajar como actriz.

Después están las malas intenciones, porque hay quienes quieren denostar ese trabajo y esa carrera que construí durante años, y también dar un mensaje muy adoctrinador, no solo a mí, sino a través de mí a muchas personas en relación a qué te sucede si te atrevés a romper el silencio. Pero aunque mencione esta parte negativa eso no quiere decir que si pudiera volver el tiempo atrás no haría exactamente lo mismo, porque el saldo es positivo en muchos otros sentidos. Por parte de la defensa de Darthés intentan construir que yo hice esto para buscar reconocimiento, una construcción totalmente plagada de estereotipos de género, con un nivel de ignorancia y malicia que ya no me sorprende, pero lo más peligroso es lo que se le dice a muchas mujeres a través de una sola figura.

Por eso creo que lo más importante que puedo hacer es resistir y seguir haciendo lo que amo y lo que hice toda mi vida, para mí es muy importante poder estar arriba de un escenario y actuar, y también es un mensaje en relación a mi lucha.

T: Con todo lo que lograste hasta hoy, ¿cómo imaginás tu futuro?

TF: Me cuesta un poco imaginarlo. Pero es inevitable pensarme actuando, es muy identitario de quién soy, lo único que me puedo imaginar a futuro es actuar y seguir inevitablemente atravesada por la lucha de la defensa de los derechos de los más vulnerables, de las mujeres y de las disidencias, desde el lugar que me toca a mí, que es representativo de un pequeño sector, pero que en su momento logró interpelar a muchos. Esto, como la actuación, ya es parte de mi vida.

Con información de Télam