Bellati, sobre "El método Grönholm": "El humor hace que los temas más salvajes sean más digeribles"

13 de febrero, 2023 | 13.29

La actriz Marina Bellati, que en la corrosiva versión de Ciro Zorzoli de "El método Grönholm" que se presenta en el Paseo La Plaza interpreta a una candidata dispuesta a todo por conseguir un cargo ejecutivo, celebró el camino elegido por el director para esta pieza catalana creada en 2003 porque "en temas tan crueles como la falta de empatía y el salvajismo del sistema, el humor genera algo más profundo".

"Lo hace más digerible y a la vez más punzante porque no es una comedia que te reís y listo, sino que te reís de algo terrible, eso genera incomodidad y el espectador se va pensando", reflexionó Bellati en entrevista con Télam.

Escrita por el catalán Jordi Galcerán, la obra que muestra una versión despiadada del clásico proceso de selección para un cargo ejecutivo en una empresa multinacional, se estrenó en Barcelona en 2003 y, desde entonces, fue versionada en más de 30 países, entre ellos, en destinos tan disímiles como México, Venezuela, Corea del Sur, Chile, Islandia, Chipre, Colombia, Italia, Paraguay, Estados Unidos y Francia.

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En 2005 llegó al cine dirigida por el argentino Marcelo Piñeyro en coproducción con España (disponible en Netflix) y, un año después, se estrenó la exitosa versión teatral argentina de Daniel Veronese protagonizada por Gabriel Goity, Martín Seefeld, Alejandra Flechner y Jorge Suárez.

Dieciséis años más tarde, Zorzoli le imprimió su impronta en una nueva propuesta interpretada por Rafael Ferro, Julián Cabrera, Benjamín Vicuña y Laurita Fernández que, para su segunda temporada que comenzó a principios de 2023, sufrió algunas modificaciones en su elenco: Vicuña fue reemplazado por Martín Slipak y Fernández por Belatti.

"Armamos un re equipo -reconoció Belatti-. Empezamos a ensayar en noviembre y al grupo le pusimos `la Zorzolineta´, lo cual fue un gran augurio".

Télam: ¿Qué te interesó de sumarte a esta propuesta donde la mitad del elenco venía trabajando desde el año pasado?

Marina Belatti: Para mí, el teatro es de los lenguajes que me resulta más comprometido, entonces lo pienso un montón. Tengo la suerte de que me ofrecen mucho teatro pero la verdad es que digo muchísimo que no porque me parece muy sacrificado, entonces cuando lo hago, lo hago con una entrega total y además lo quiero hacer con alegría. Necesito ir muy contenta a hacerlo porque sino en un momento me quiero morir y como ya me conozco, se me tienen que dar todas las variables.

T: ¿Acá sentiste que estaba todo dado para aceptar?

MB: Acá tenía un obrón, que cuando lo recibí dije "quiero leer el texto para ver si sigue tan vigente como antes" y me pareció que estaba más vigente que antes; me interesaba mucho el director porque trabajar con Ciro era un sueño, soy fanática, me vi todas sus obras. Yo tuve mucha suerte porque trabajé con todos: Tolcachir, Veronese, Mariana Chaud, Lautaro Perotti y Ciro me faltaba.

T: ¿Qué es lo que más te interesaba de trabajar con él?

MB: Desde "Estado de ira" quedé loca y dije "¿quién es este director?"; ver a los actores en estado de gracia, que no es tan fácil, disfrutando. Hay algo del universo de Ciro que está corrido del naturalismo y a mí me aburre hacer televisión costumbrista en teatro, no me interesa, para eso hago tele. Aprovechemos el lenguaje teatral que tiene sus propias reglas y sus convenciones, y creo que le gustan los actores y los actores actuando. Y yo soy una actriz que actúa y me hacía mucha ilusión. También me interesaron los compañeros, que los conocía a todos y siento que pertenecemos todos al mismo planeta, que tampoco es tan común. Nos entendimos desde el minuto cero.

T: Sobre el escenario da la sensación de que la están pasando bien, se tientan como si estuvieran pasando el texto por primera vez y funciona sin que se rompa la magia.

MB: Al principio me daba culpa pero Ciro nos dijo algo que está buenísimo: que cuando nos tentamos, que se tiente el personaje y eso para mi fue re iluminador, epifánico, porque yo soy re tentada y después me quiero morir, me da culpa, me digo "¿por qué me reí?", y desde que Ciro dijo eso fue como si nos hubiera abierto una puertita para jugar. Lo sentí como un alivio porque si bien no hago abuso de eso, quedó en un lugar de puro disfrute, la estamos pasando joya nosotros y el público acompaña.

T: Decías que la pieza te resultó más vigente que nunca…

MB: Sí. Cada vez más, lamentablemente, porque el sistema está cada vez más perverso, más difícil, competitivo, llevado a todos los rubros. Cada vez somos más, hay menos lugares de privilegio para ocupar y hay que ver cómo nos paramos ante eso, qué hacemos para ocupar estos lugares. Acá tenés a estos cuatro hijos de puta que hacen todo, hay una falta de empatía absoluta y una competencia feroz.

T: En vez de enfrentarse al sistema, se enfrentan entre ellos…

MB: Así nos dejó el sistema. Eso es lo que propone el sistema, aplastarnos. El sistema se caga de la risa porque nos aplastamos entre nosotros y por eso es tan perverso.

"El método Grönholm" se presenta de miércoles a domingo en la sala Pablo Neruda de El Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660).

Con información de Télam