Francisco Lumerman inicia el próximo viernes 24 la segunda temporada de "La vida sin ficción" en el Moscú Teatro, obra que lo tiene en el triple rol de intérprete, autor y director y donde comparte escenario con Rosario Varela y Esteban Masturini para una obra que con variadas técnicas narrativas y situaciones diversas mixturadas intenta desentrañar algo de lo que queda suspendido del espectro fantasmal del padre y nos atraviesa.
La obra, que fue estrenada en octubre pasado en la misma sala de Juan Ramírez de Velazco 535, Villa Crespo, se podrá ver desde el 24 los viernes a las 20.30 y los sábados a las 21.
La historia de "La vida sin ficción" comienza para un lado y luego tuerce hacia otras posibles derivas, situadas en diferentes escenarios y momentos, todas ellas con vinculación, aunque a veces apenas aparente, donde los dos actores y la actriz desempeñan distintos personajes.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"La vida sin ficción" es una novela sin final porque su autor muere repentinamente. Lucas, su hijo, encuentra el borrador y consigue publicarlo. El libro se vuelve un récord de ventas.
Esta obra de nueve personajes para tres actores presenta historias entrecruzadas: un grupo de amigos trata de filmar un documental sobre sus impresiones del libro, una actriz que está filmando una película basada en la novela se reencuentra con su hermano y Lucas intenta terminar su nueva obra de teatro en una cabaña frente al mar.
El cambio constante; de personajes, de situaciones, de escenarios, de historias, que se realizan a los ojos del público, es uno de los leit motiv de la obra y juega como uno de los ordenadores del ritmo narrativo del relato.
Obra ganadora del Premio Estímulo a la producción independiente del Complejo Teatral de Buenos Aires, "La vida sin ficción" tiene vestuario de Betiana Temkin; iluminación de Ricardo Sica; escenografía de Micaela Sleigh; asistencia de escenografía de Guadalupe Borrajo; dirección de actores de Jorge Eiro, movimiento de Manuel Attwell; música original de Agustín Lumerman, producción ejecutiva de Zoilo Garcés; y asistencia de dirección de Manon Minetti
Con información de Télam