"El visitante", la premiada y poética obra de Marcelo Galliano que indaga en la temática de la guerra de Malvinas, regresó al teatro El Popular para presentar una versión renovada ya que, según apuntó Anabella Valencia, directora y una de sus protagonistas, la pieza está en "permanente evolución".
La trama se centra en un domicilio argentino en el que Galliano pone en evidencia que miles de chicos y hogares fueron destruidos supuestamente en nombre de un asunto superior.
"En una primera lectura podríamos decir que el autor centra el eje en las consecuencias intrafamiliares por la pérdida de uno de sus miembros que fue a luchar a la guerra; nosotros usamos este eje como punto de partida y metáfora de lo que sucede en nuestra gran casa, 'La Argentina'", expresó a Télam Anabella Valencia.
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Y cuando habla de lo que ocurre en el país, la directora y responsable artística de El Popular, se refiere a "las pérdidas, los desaparecidos, las consecuencias actuales por seguir guardando bajo la alfombra estas problemáticas que nos atraviesan a todos y todas y que no terminamos de solucionar".
La historia se desata en una casa en la que una madre anciana espera la vuelta de su hijo que murió hace 41 años en la Guerra de Malvinas. Su hija menor, Elisa, la contiene en esa visión distorsionada de la realidad, mientras que Omar, un hijo mayor, en cambio, desprecia la situación.
Una noche de lluvia, la llegada de un vecino nuevo al barrio confunde a la madre con su hijo fallecido y rompe así el desgastado orden familiar.
"El visitante", cuyo elenco completan Laura Dantonio, Charlie Lombardi y Rubén Ramírez, puede verse los viernes 19 y 26 de mayo y 2 de junio, siempre desde las 21.30, en el teatro ubicado en Chile 2080.
Antes de esta nueva serie de funciones, la pieza fue reconocida en el contexto de "Malvinas y Memoria", lanzado por el Instituto Nacional del Teatro, que también la seleccionó para participar en el Programa Federal "Teatro por la Democracia". Además de realizar más de 30 funciones en El Popular durante 2022 y funciones especiales en diferentes lugares del país.
Télam: ¿Cómo describirías el espíritu de "El visitante"?
Anabella Valencia: Con cada texto seleccionado en el concurso de dramaturgia "Estampas de la Argentina actual" el grupo asume un gran compromiso de trabajo para abordar las temáticas propuestas. En este caso realizamos un año de investigación teórica, investigamos sobre los aspectos históricos en relación a la usurpación de las Malvinas hace 190 años, sobre la figura de Antonio "El Gaucho" Rivero, que el 26 de agosto de 1833 lideró a un grupo de peones de campo que se sublevó contra los ingleses y logró expulsarlos de dicho territorio, convirtiéndose en un gran símbolo de resistencia y soberanía, y sobre la guerra promulgada por la última dictadura cívico-militar en el año 1982, los delitos de lesa humanidad, los abusos con los entonces combatientes, y sus repercusiones actuales, y sumamos entrevistas y acompañamiento de excombatientes.
Con todo este bagaje nos encontramos desde el vamos con una herida abierta de esta sociedad, tanto en la pérdida y humillación sobre nuestra soberanía, como también con la deuda que tenemos con todos los pibes que fueron enviados, sin ningún tipo de instrucción, a una guerra sin sentido. Así, a corazón abierto nos adentramos al texto, para pensarla y reflexionar junto al barrio donde se gestó la puesta en escena, como en el resto del país, a donde nos están invitando, para poder trasmitir, transitar y pensar juntos.
T: Actuás y dirigís, ¿es difícil asumir esos dos roles o se complementan?
AV: Mi quehacer teatral es muy amplio desde hace muchos años: actúo, dirijo, escribo, enseño, produzco. Es la primera vez que superpongo en un mismo proyecto estos dos roles. Tenía muchos pruritos con realizar estos dos roles juntos pero había algo en este personaje, el de "la madre", que me atraía mucho en hacerlo, no podía soltarlo, quería estar arriba del escenario y hacerlo, y por otro lado estaba la decisión y necesidad grupal para que la dirección esté a mi cargo, por lo que me animé. Otro componente que me llevó a tomar la decisión es que el personaje de la "madre" no tiene la misma participación que el resto de los personajes. No me fue difícil hacerlo, me gustó y me da ánimo para seguir haciéndolo.
Igual creo que no se complementan; sigo necesitando una mirada de afuera. La busqué en un principio en Valentina Vallejos, dramaturga y directora de nacionalidad chilena, quien estuvo en toda la primera parte del proyecto dándonos una gran mano en este aspecto y en la estética, y luego en la mirada de mis compañeras y compañeros, quienes siempre dan su perspectiva amorosa para seguir transformando nuestra puesta, que está en permanente evolución.
T: ¿Hay cambios en esta reposición?
AV: Sí, hay cambios. Ingresamos símbolos, signos, intenciones, cada función para nosotros es un aprendizaje. Tanto por las devoluciones del público, como por hechos concretos que pasan en nuestras vidas, decisiones políticas que tienen que ver con la temática, o situaciones artísticas que por algún motivo o por un proceso madurativo necesitamos cambiar o probar. Tenemos también cambios de vestuario y algún elemento escenográfico nuevo. Como decía mi maestro de actuación Juan Carlos Gené, al personaje recién lo empezás a conocer después de la función número 100, así que falta mucho por recorrer.
Con información de Télam