La laureada pieza para las infancias Ana y Wiwi, primera experiencia en el rubro de la teatrista Lorena Romanin, regresó a la cartelera porteña con su encantadora mistura de actuaciones, títeres y música en vivo que los domingos a las 16 puede verse en el porteño Centro Cultural 25 de Mayo y durante las vacaciones de invierno subirá a ese escenario los martes, miércoles y jueves.
En su cuarta serie de funciones tras haberse estrenado un año atrás en el Cultural San Martín y pasar por los centros culturales Haroldo Conti y 25 de Mayo, regresa a la bella sala del barrio de Villa Urquiza para sostener un cuento certero y encantador.
Con una versión más acotada en relación a su lanzamiento, 45 minutos le bastan a la obra para ser, al mismo tiempo, una alabanza al teatro, a los títeres y a la música en vivo.
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Es que en la historia desplegada en un ámbito rural la niña Ana (a cargo de una conmovedora Luciana Grasso) padece el dolor por la pérdida de su madre, pero encuentra consuelo y alegría en la recién nacida ternerita Wiwi (un impactante títere realizado por Alejandra Farley y mágicamente manipulado y asimilado por Daniela Fiorentino).
El fecundo y cómplice lazo entre Wiwi (que también pierde a su madre en el parto) y Ana se desarrolla bajo la tutela del padre de la niña (a cargo de un solvente Mariano Mandetta) y de la inspirada música en vivo creada y ejecutada por el correntino Yacaré Manso.
Sobre un dispositivo escénico (diseñado por Gabriella Gerdelics, además responsable del vestuario) sencillo pero ingeniosamente aprovechado para dar idea del campo espacioso y bucólico y también del rancho austero que habitan Ana y su progenitor, se ilustra el lazo entre la niña y su vaquita-mascota.
La pieza con un eficaz diseño de luces de Diego Becker, realización escenográfica a cargo del equipo del Centro Cultural San Martín, fotografía de Yamila Nair Williams y Federico Cosso y audiovisuales de Matías Sánchez de Bustamante y Juan Cruz, inventa un mundo posible y e irreal en un mismo movimiento.
Pero la aparición de una malvada mujer dueña del campo (encarnada por Jorgelina Vera), suerte de Cruella de Vil criolla que pretende llevarse a Wiwi para sacrificarla y utilizar su cuero, hace que la nena tome la decisión de huir junto a la vaca para evitar el trágico desenlace en un raid que incluye a la platea como lugar de tránsito.
La desesperación del padre por reencontrar a Ana y a la vez no permitir el sacrificio de Wiwi configura el cierre de una historia con la que Romanin dio un primer gran paso en el mundo del teatro para las infancias tras también haber escrito y dirigido obras entre las que destacan "Como si pasara un tren", "Todo lo posible", "Julieta y Julieta" y Contención.
Con un año de vida, Ana y Wiwi resultó ganadora de la Fiesta del Teatro CABA 2021-2022 y obtuvo tres premios de la Asociación de Teatristas Independientes para niños/as y Adolescentes (ATINA) para Grasso (labor femenina), Farley (realización de títeres) y dramaturgia (Romanin).
Además, el espectáculo resultó seleccionado para participar en la Fiesta Nacional del Teatro 2022 y en el Festival Internacional de Rafaela del año pasado.
La obra está siendo muy reconocida y el hecho de haber ganado en la Fiesta del Teatro de CABA donde compitió con piezas para adultos, es algo híper importante, destaca Romanin a Télam sobre el presente de la puesta que creó y dirige.
La artista confiesa que con esta experiencia yo estoy muy contenta porque pocas veces como realizadora me ha pasado de estar tan satisfecha con un producto porque hay miles de cuestiones dando vueltas alrededor de una obra y muchas veces uno quisiera resolverlas mejor.
En este caso, la verdad, y con todo lo que sucede alrededor -se explaya Romanin- es que Ana y Wiwi es preciosa preciosa y tenemos muy linda repercusión.
Consultada acerca de esta nueva temporada en la sala sita en Av. Triunvirato 4444, su creadora apunta que la vuelta de Ana y Wiwi al 25 de Mayo es algo que me parece que la obra se merecía. Estrenamos el año pasado en plena vuelta de pandemia y fue increíble, pero con una capacidad de espectadores acotada, pero ahora nos está yendo muy lindo y eso expande la llegada de la obra.
La lograda propuesta para las infancias se ofrece los domingos a las 16 y en vacaciones de invierno añadirá funciones los martes, miércoles y jueves en el mismo horario.
Con información de Télam