Rodolfo Pacheco penetra en la sociedad jujeña con el apoyo del Cervantes

05 de octubre, 2023 | 17.39

Rodolfo Pacheco dirige “Los lugares cambian”, de la dramaturga Elena Bossi, en el Teatro Mitre de San Salvador de Jujuy, que desde esta noche se integra al programa “El Teatro Nacional Cervantes produce en el país” en coproducción con el Ministerio de Cultura y Turismo del Gobierno local.

La pieza trata la cotidianidad de tres hermanas nonagenarias que viven enclaustradas en la mansión familiar, confundiendo pasado y futuro y a la espera de un hijo que hace mucho no ven y que puede develar un viejo misterio.

“De la obra me interesa el recorrido de temas que aborda; el central es la identidad en un proceso dinámico y complejo que se construye durante toda la vida”, detalló Pacheco en diálogo con Télam.

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El director especificó que “la obra atraviesa lo identitario reflexionando sobre la vejez, la muerte, los secretos familiares, los pactos. Las tres hermanas protagonistas narran una historia familiar que en el transcurso de sus vidas han acomodado de manera diferente. Los recuerdos se distorsionan, se acomodan, aplacan”.

El elenco local reunido para la puesta lo integran María del Carmen Echenique, Noemí Salerno, Silvia Gallegos, Roberto Cruz, Tupac Peláez y Ezequiel Boris.

La música es de Bruno Romero, la coreografía de Marcelo Chelin Mamani, el diseño de vestuario y utilería de Vanesa Vásquez, la iluminación de Saturnino Peñalva, maquillaje y peinado de Nayra Muñoz Arancibia, la realización de vestuario de Samantha Cuevas Gemetro y la escenografía de J. C. Fabio Sánchez.

“Los lugares cambian” podrá verse jueves y viernes a las 21 hasta el 27 de octubre, con entradas a través de https://meinscribo.com/ o en boletería.

Télam: En la lectura del texto se observan géneros que se mezclan. Sobre una base de naturalismo verbal sobrevuela el melodrama e incluso esa sensación chejoviana de que “no sucede nada”. ¿Reivindicás el melodrama como género en sí?

Rodolfo Pacheco: A veces me escucho en conversaciones que mantengo con otras personas que recorren tantos temas que no me explico la lógica con que se encastran en el tiempo real, en esos 15 minutos compartidos. La escritura de Elena Bossi mantiene lo mismo para estas mujeres con una dosis de un 70% de recuerdos -y el resto divido entre el té que falta en el presente y la corta vida que les queda de la cual prefieren no hablar-. No vi en esta obra el melodrama. Veo en la busca de identidad un acto de justicia que quedará en suspenso para no perder una posición social construida desde varias generaciones, pues estas hermanas se autoconsideran “La flor y nata" de la aristocracia norteña.

La puesta en escena sostiene dos lenguajes; uno refiere a la actuación, cercano a un naturalismo en las mujeres y el hombre que viene en busca de su identidad y otro de danza callejera en dos bailarines que asumen varios roles y enrarecen la escena cambiándole climas, tiempos, produciendo otros sentidos. La música original es música clásica, grabada por una orquesta de músicos jujeños. Los bailarines y el personaje masculino se unen en el sentido producido en busca de su origen.

T: ¿La obra, muy dialogada, puede entenderse como un “entre-nous” jujeño? En el texto hay expresiones verbales que se entienden, pero son muy locales. ¿Eso puede ser un obstáculo para su representación fuera de Jujuy?

RP: El proyecto Cervantes Federal contempla esta producción en la provincia de Jujuy. Por el momento está destinada a presentaciones en el Teatro Mitre con una amplia convocatoria hacia asociaciones de jubilados y público en general y varias ciudades del interior provincial. Pensamos Jujuy como una construcción geográfica cultural e histórica que nos permite reflexionar sobre las complejas encrucijadas de relaciones sociales que nos habitan. Por otra parte, si el lenguaje típico de Buenos Aires, del puerto, se comprende en todo el país, me parece que ocurre lo mismo al revés. La extrañeza que puede producir un lenguaje depende de la región y la construye.

Con información de Télam