"Tangos cruzados", el nuevo disco alumbrado entre el armonicista argentino Franco Luciani y el pianista italiano Fabrizio Mocata, propone una búsqueda en la que se solapan diferentes conexiones: entre continentes, entre rítmicas y -también- en la dinámica entre los polos de la improvisación y la planificación.
"En el disco hay un juego. La música, de por sí, es siempre libre. En este caso con Fabricio fuimos armando el material con un total desprejuicio. El hilo conductor es el tango pero su lenguaje a veces cede, a veces bajo una lógica más tradicional y, en otras, con mucha improvisación", explicó Luciani en diálogo con Télam.
Luciani, rosarino, baterista de origen, hoy consolidado como armonicista en la escena nacional en la que irrumpió hace ya veinte años, trabajó "Tangos cruzados" en sociedad con el pianista siciliano Fabrizio Mocata, reconocido miembro del Paul Wertico Trio, quien -a su vez- fue el baterista del histórico Pat Metheny Group.
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Ciudadano del mundo, Mocata lleva años en contacto con músicos argentinos y se observa (y se escucha) que su aproximación a la música argentina no lleva un paso atolondrado.
"Nos encontramos primero en el Festival de Tango de Granada, en España, luego tocamos en varios conciertos en diferentes situaciones y, de a poco, comenzamos a grabar", rememoró Luciani.
"Descubrimos los dos que respetábamos el tango y su lenguaje, pero también teníamos una fuerte impronta de improvisación", explicó sobre la propuesta de "Tangos cruzados".
Aparecen en el disco, disponible en todas las plataformas digitales, obras con largo recorrido en la tradición del tango ("Derecho Viejo", de Eduardo Arolas; "El choclo", de Angel Villoldo; "El llorón", de Juan Maglio) combinadas con dos composiciones nuevas de Luciani y Mocata, en un listado encabezado por "Jeanne y Paul", de Astor Piazzolla, que, como suele suceder cuando las búsquedas son oblicuas, suele funcionar como una petición de principios.
"No sólo cruzamos continentes. La versión del vals ´Desde el alma', por caso, está en ritmo de tango, y la de ´El Choclo´, un tango, en ritmo de vals", explicó el rosarino.
El contrabajista Pablo Motta se revela como un invitado que hace más que una colaboración ocasional en un disco en el que Luciani, además, le pone voz a dos temas: "Che papusa oí" (Gerardo Matos Rodríguez y Enrique Cadícamo) y "Los ejes de mi carrera" (Atahualpa Yupanqui y Romildo Risso).
El material es la continuidad de "Frutos del país", el disco que Luciani lanzó a fines del año pasado enteramente dedicado a especies folclóricas de la música argentina.
"Soy un poco camaleónico", dijo. Mocata, formado en la música clásica y el jazz, también ofrece la misma ductilidad para transitar diferentes músicas.
El disco "Tangos cruzados" aparece sobre el cierre del año en un contexto en el que el Gobierno nacional propone fuertes cambios para los organismos de fomento de la música, el cine y el teatro. "Es un tiempo con alguna triste certidumbre y muchas otras incertidumbres", dijo Luciani.
"En el ámbito de la cultura se van a venir momentos muy difíciles. Hay una concepción de que el mercado debe regir todo, que no tiene que tener presencia y esa presencia en el sector cultural es imprescindible. Muchas veces quienes tienen este discurso sacan el pecho con lo que ocurre en Europa pero allí, justamente, la impronta de lo público en materia cultural es fuertísima", agregó.
"No todas las expresiones culturales -afirmó- son para el Movistar Arena y para generar millones de reproducciones. Hay expresiones que son representativas de una identidad y no pueden quedar en una situación de desprotección".
"Tangos cruzados se presentará el miércoles 24 de enero a las 20 en Bebop Club, Uriarte 1658, en el barrio de Palermo de la Capital Federal.
Antes, el sábado 20, el armonicista será uno de los protagonistas de la jornada inaugural de la edición 64 del Festival de folclore de Cosquín -escenario que en 2010 le otorgó el premio Consagración- donde Mocata probablemente oficie como invitado.
Con información de Télam