Colin Cantwell, el técnico que diseñó las naves X-Wing y el TIE-Fighter de la serie Star Wars, murió a los 90 años en Denver, Colorado, el pasado viernes 21 por causas que aún no fueron reveladas, aunque la noticia de su deceso pasó inadvertida hasta hoy para los grandes medios.
Nacido en San Francisco, California, en 1932, Cantwell fue al mismo tiempo arquitecto, ingeniero y escritor y sus múltiples habilidades le permitieron producir impactantes efectos especiales para películas de Steven Spielberg, Stanley Kubrick y George Lucas, tras su paso por la NASA en los años 60.
Cantwell, diseñador estadounidense de las icónicas naves espaciales de la saga Star Wars, falleció en su domicilio, informó su pareja Sierra Dall al medio The Hollywood Reporter. Apasionado por el espacio, la arquitectura y la animación, el diseñador dejó grandes efectos especiales realizados a principios de los 80 para directores de renombre.
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En 1984 fue nominado a los premios Bafta por sus efectos especiales para Juegos de guerra, un recordado filme de John Badham que investigaba aspectos de las redes antes de la llegada de Internet y que tenía en su elenco a un juvenil Matthew Broderick.
Fue además un apasionado del universo espacial desde temprana edad, gusto adquirido gracias a los numerosos libros de la biblioteca de su escuela primaria, que devoró durante su larguísima convalecencia, aquejado de tuberculosis.
Colin Cantwell luego se matriculó en la Universidad de California en Los Ángeles (Ucla), donde perfeccionó sus conocimientos mientras se interesaba por la animación. Después de graduarse, trabajó para el Laboratorio de Propulsión a Chorro y la NASA en la década de 1960 cuando Estados Unidos y la Unión Soviética estaban inmersas en la carrera espacial.
Con información de Télam