Mariquita Sánchez de Thompson es popularmente conocida por ser la propietaria de la casa donde sonó el Himno Nacional e incluso aparece en algunas pinturas retratada como quien lo entonó por primera vez, pero, más allá de la anécdota, fue una prócer que le puso el cuerpo y el dinero a la independencia del país y así es representada en "Mariquita, mujer revolución", documental de Sabrina Farji que llega a las salas este jueves.
Además, Mariquita fue una adelantada a su época ponderando a la mujer y exigiendo que se le reconozcan derechos, algo que logró en su propia vida al evitar que lograran casarla con un amigo de su padre, hecho que sentó jurisprudencia en el entonces Virreinato del Río de La Plata.
"Siempre quise trabajar a partir de que leí el libro de María Sáenz Quesada ('Mariquita Sánchez', 1998). Me impresionó todo que lo que había hecho y lo poco que sabíamos de esa mujer, con la que me sentí tan identificada. No comprendía por qué estaba tan ausente en los libros de historia y en lo que nos contaron en el colegio", explicó la realizadora en charla con Télam.
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"Siempre tuve esa idea de trabajar un guion sobre Mariquita -sostuvo Farji-; investigué mucho y la idea era hacer una ficción, luego una miniserie. Tengo muchos proyectos. Es un personaje muy contemporáneo porque da cuenta de las transformaciones de las mujeres, a través de su relación con la familia, la maternidad, su pareja y la política. Todo eso, que es actual, cruzado por la independencia de su país".
Farji muestra una faceta poco recorrida de Sánchez de Thompson, al menos en el conocimiento por fuera de los claustros académicos. Así, se apoya en biógrafas, historiadores y escritoras para correr el velo de una historia que para el común de los argentinos se encuentra escondida.
"Hay una mirada muy machista en la Historia, quizá porque se centra en el estudio de las batallas, donde la acción sólo es traccionada por la fuerza y las ideas de los varones. Lo cual si bien es cierto, no deja de ser una verdad acotada. Es tiempo de contar la historia con una mirada más integradora", comentó la directora.
En lo que respecta a Mariquita, poco se sabe que era una de las pocas mujeres que sabía leer y escribir y, haciendo uso de sus conocimientos, le escribió al Virrey (Sobremonte) para que anulara la decisión de entregarla en nupcias al amigo de su padre porque ella se había enamorado de otro hombre, a quien le había dado su palabra para el casamiento. El Virrey intercedió en su favor y sentó un antecedente jurídico para el resto de las mujeres.
Ya casada con Martín Thompson, ambos se comprometieron con las ideas de la Revolución y de su propio bolsillo financiaron el viaje de su marido a Estados Unidos para juntar voluntades políticas en pos de la independencia.
"En la historia oficial no está ni bien ni mal interpretada. Ni siquiera lo está. Una mujer que ha hecho tantas cosas por su país, tan activa, al punto de financiar la Revolución de Mayo y financiar y proteger a los artistas. Puso su propio patrimonio para logar distintas acciones políticas. ¿Cuál es el lugar de las mujeres de la historia? A mí, como mujer, me gusta pensar que nuestro país fue construido por varones y mujeres. Da otra perspectiva de tu propio país. No solo ella necesita una reivindicación", planteó la directora de filmes como "Eva & Lola" (2010) o "Ex casados" (2021).
Télam: ¿Cómo surge la idea de dramatizar algunas representaciones de Mariquita?
Sabrina Farji: La idea de dramatizar algunos relatos, si bien hay entrevistados que hablan por ella, me pareció interesante para que existieran las "Mariquitas" opinando a cámara lo que se dice sobre ella. De esa forma, le doy un rol activo. No hay más que un daguerrotipo y algunos cuadros en los que aparece muy distinta respecto uno de otro. Es muy difícil imaginar a Mariquita y por eso me pareció interesante recrearla a través de dos mujeres de diferentes edades (Mayra Bonard y la cantante Zoe Gotusso), para identificarnos con ella.
T: Al comienzo de la película hacés hincapié en las dificultades para hacerla...
SF: Las complicaciones estuvieron en hacer una ficción. Me gustó mucho pensar en un documental, porque me permitió tomarme libertades narrativas, con una estructura propia de documental. No basta con tener un tema en un proyecto, sino que en cada una de las ideas que se postulan hay que contar algo. Desde el financiamiento, fue muy difícil hacerla, lo cual es raro. Hay películas sobre Belgrano, San Martín o Sarmiento, nadie dice que es caro, pero con Mariquita no pasó. Y eso tiene que ver con que no hay mucho lugar para las mujeres de nuestra historia. El documental me dio el espacio.
T: ¿Creés que Mariquita fue una aguja en un pajar en el mundo de las mujeres del 1800?
SF: No fue para nada una aguja en un pajar. Vivió 84 años y muchos momentos de transformación de la historia argentina. Si bien no existía el feminismo como concepto, su manera de pensar y ejercer sus derechos está ligada al feminismo. Por ejemplo, sentar jurisprudencia sobre con quién una quiere casarse. Le mandó una carta al Virrey para modificar algo que parecía del ámbito familiar y ahí hay una posición política. Eso es una manera de mirar el mundo con una perspectiva de igualdad de derechos. Por eso creo en destacarla. No creo que haya sido una aguja en un pajar porque las acciones una nunca las hace sola. Seguramente había mujeres que la acompañaban, pero ella tenía dinero y podía solventar y ganarse más derechos.
Con información de Télam