Nico Cotton: "Hoy en día la música perdió esa durabilidad que tenía antes"

01 de agosto, 2022 | 19.15

Nico Cotton intenta hacer “equilibrio” como productor frente a un mundo de consumo que “ya no es el mismo de hace 20 años” y donde las canciones ya no tienen la “durabilidad” que tenían antes.

“El mundo cambió en general. Es lo mismo con Netflix, la música o comprar algo por internet. Hace dos clicks y en dos días te llega a la puerta de tu casa”, sostuvo el músico y productor, en una charla con Télam.

Con un dejo de nostalgia, recordó que “antes para ir un show tenías que hacer la fila y comprar la entrada en Locuras” y que “hoy te metés en internet y ya está”.

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“Y lo mismo pasó con la música: hoy salen canciones todo el tiempo y seguro ahora mismo están saliendo 20 mil más. Quizás antes un artista que te gustaba sacaba un disco cada dos años. Lo esperabas como si fuera el Mundial y después lo hacías mierda hasta rayarlo de tanto escucharlo”, sostuvo.

Y de aquel mundo artesanal, donde el rock emergía desde el underground y construía desde ahí su propia mística, Cotton conoció de cerca escenarios míticos como los porteños Cemento o Hangar y sumó buen roce como músico como baterista del trío rockero MAM que lideraba el cantante y guitarrista Omar Mollo.

“Entré cuando se fue Catriel Ciavarella (Divididos). Escuchaba los temas y pensaba en cómo mierda los iba a tocar. Porque el chabón que se había ido tocaba tremendo. Salía del colegio y me iba a una sala de ensayo que me quedaba lejísimo y ensayábamos tres horas. Eran como tocar en un show: tres horas chivando la camiseta, sangrando las manos y rompiendo los palos”, evocó.

Tenía apenas 15 años cuando empezó a “curtirse” con el mayor de los Mollo y en la misma agrupación donde alguna vez también tocaron su hermano Ricardo y Diego Arnedo, antes del nacimiento de Sumo.

“Omar era una bestia. Fueron tres años increíbles de tocar con ellos. Aprendí mucho musicalmente, en tiempos donde no se usaban las computadoras. Era tocar tocar mano a mano lo que te iban pidiendo. Muy tracción a sangre", evocó.

Con todo ese recorrido y hoy consolidado como uno de los productores musicales más requeridos por la industria argentina, intenta encontrar el balance a partir de su abordaje de culturas tan diferentes musicalmente como la rockera y la urbana, pero también con el deseo interno de algún día llevar adelante su propio proyecto solista.

“Tengo muchos proyectos pero ninguno me animé a llevarlo a cabo. Primero por una cuestión de tiempos, porque cada vez tengo menos tiempo para producir y tener una vida, y después por una cuestión de miedos”, confesó.

En ese sentido, añadió que “estando detrás de escena” siempre surgen “mil preguntas” internas sobre un disco que jamás “haría pensando en que suceda algo masivo. Si lo hago seguramente sea para cagarme de risa y divertirme. Lo haría como algo para mí. Seguramente a partir de una mezcla de todos los mundos y estilos que produzco”.

Con información de Télam