El guitarrista y compositor Edgardo "Chino" Rodríguez, mentor del cuarteto Tango Chino que mañana estrenará su reciente cuarto disco "Otra vez de nuevo again" en la sala porteña Bebop Club, considera que el carácter que imprime al proyecto "tiene que ver metafóricamente con un problema que el tango tiene que resolver para ver qué hay después de Piazzolla".
"Piazzolla marcó un gran camino y una tradición en la cual insertarse pero ese modelo fue tan fuerte que te aniquila y entonces hay que matar al padre para poder seguir. Y en ese punto el tango tiene algo interesante que está bueno para mí", reflexiona el "Chino" Rodríguez durante una entrevista con Télam.
El músico que formó Tango Chino en 2004 con el pianista Fulvio Giraudo fue sumando elementos al proyecto como en su momento fue Roberto "Caracol" Paviotti con su notable voz jugando el rol de un instrumento más.
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Pero con la muerte del intérprete (en agosto de 2015), la agrupación devino en cuarteto con contrabajo y violín que primero ejecutaron Adrián Speziale y Juan Raczkowski y desde 2018 asumen respectivamente Marcos Ruffo y Javier Kase.
Con esa formación y un nuevo repertorio forjado en pandemia y plasmado en la placa "Otra vez de nuevo again", el conjunto actuará mañana desde las 20 en la sala ubicada en Uriarte 1658 del barrio de Palermo.
En el registro del disco se incluye una versión de "Panambí del monte", con la participación de su autor, el gran compositor Ramón Ayala, en recitado y la presencia de la reconocida trompeta de Valentín Garvie en cuatro obras (dos de ellos de impronta jazzera).
Desde La Plata, donde vive, Rodríguez - misionero de nacimiento y también autor e integrante de la banda de música popular La Rodriguera- explica que "Otra vez de nuevo again" "es un poco el resultado indeseable de la pandemia porque es un material grabado entre 2018 y 2019 que se iba a editar en 2020 y se vino el parate y estuvimos dos años sin vernos".
Aún con la ausencia del trompetista Garvie en esta presentación en Bebop Club, el "Chino" celebra no sin ironía "la posibilidad de que tres músicos brillantes como los que me acompañan toquen mi música gratis".
Télam. ¿Por qué será que estos probados intérpretes quieren tocar tu obra?
Edgardo Rodríguez: Me parece que los flacos, que laburan con el canon, con el tango más cristalizado, les gusta la dificultad que plantea mi música y los motiva porque finalmente se trata de algo nuevo. Tango Chino es más el laboratorio, una suerte de versión actual de lo que eran los cuartetos de cuerdas en el siglo XIX como lugar de exploración de posibilidades.
T: Es una linda alegoría como lugar creativo aunque ciertamente alejado de lo popular…
ER: Es que está difícil conseguir un público que pretenda consumir un poco de música un toque más sofisticada. Como nunca antes me parece que la escena está hegemonizada por una torpeza musical espantosa y eso genera una sensación de naufragio estético aunque, por supuesto, haya gente haciendo cosas interesantes que, como en mi caso, tienen nivel de circulación cero o casi cero.
Con información de Télam
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