El tradicional salón de baile Los Ángeles, en la Ciudad de México, donde durante 84 años se bailaron todos los ritmos caribeños y fue lugar de encuentro de figuras como Cantinflas, León Trotsky, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y José Saramago reabrió sus puertas el viernes, cuando volvieron a retumbar los bongós y las trompetas.
Las luces de neón se encendieron de nuevo y la pista se llenó de bailarines que lucieron sus mejores pasos a ritmo del mambo y el chachachá, al reanudar actividades tras su larga pausa por la pandemia, dice hoy la prensa mexicana.
Veteranos "pachucos" y rumberas, con sus excéntricos trajes holgados y vestidos de lentejuelas, volvieron la noche del pasado viernes a este icónico espacio del céntrico barrio Guerrero tras casi dos años de cierre por la Covid-19.
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"Pachuco" es la palabra que desde la década de 1950 definía al joven de origen mexicano, de clase social baja, que vivía en el sur de Estados Unidos y que se caracterizaba por defender su identidad como grupo social frente a las costumbres estadounidenses con vestimentas llamativas y llenas de colores.
En el salón, fundado en 1937, bailaron el actor Mario Moreno "Cantinflas" y el pintor Diego Rivera, brindaron León Trotsky y grandes literatos, mientras la guerrilla zapatista estableció allí la mesa de diálogo para su desarme en 1997.
También en 1998 el escritor mexicano Carlos Fuentes celebró en el salón los 40 años de su novela "La región más transparente", junto a los Premios Nobel Gabriel García Márquez y José Saramago.
"El confinamiento que nos tocó en esta pandemia fue muy difícil porque teníamos que estar aislados de todos", dijo a la prensa Miguel Ángel Cisneros, instructor de baile de 77 años, quien contó que que durante el encierro solía escuchar música y bailar solo, recordando las coreografías que ha ejecutado por años.
Ante la inminente bancarrota por el cierre, el propietario de Los Ángeles lanzó una campaña para captar donaciones que prometía compensar con diplomas, boletos y una placa conmemorativa.
De paredes color rojo y fucsia, ese rincón bohemio guarda parte de la historia del país, al punto que su lema reza: "Quien no conoce el salón Los Ángeles, no conoce México".
Con información de Télam
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