La transmisión televisiva de la 95ta. edición de los premios Oscar, que vio la coronación de Todo al mismo tiempo en todas partes como Mejor película, aumentó por segundo año consecutivo su rating en Estados Unidos, aunque las cifras todavía distan mucho de emparejar las de la prepandemia.
Según revelaron diversos medios especializados norteamericanos, los números preliminares de la consultora Nielsen reportaron alrededor de 18,7 millones de espectadores en Estados Unidos, un 12 por ciento más que el año pasado. También mejoró, aunque en menor medida, entre el público objetivo de adultos de entre 18 y 49 años (el más importante en términos publicitarios): en ese caso el incremento fue del 5 por ciento.
La televisación de la gala tenía una dura competencia con la emisión, también el domingo por la noche, del capítulo final de la primera temporada de The Last of Us, la serie postapocalíptica de HBO basada en el videojuego homónimo con el protagónico de Pedro Pascal y Bella Ramsey, que es la sensación de la pequeña pantalla de este año.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Sin embargo, los expertos creen que la decisión de la Academia de nominar filmes populares como Avatar: el camino del agua, Top Gun: Maverick e incluso el propio Todo en todas partes pudo contribuir a ganar la atención de las audiencias. También cierto morbo por conocer de qué manera encararía su anfitrión, Jimmy Kimmel, el tema de la cachetada en vivo que Will Smith le dio a Chris Rock el año pasado.
Justamente, en 2022 la ceremonia de los Oscar había recuperado un 58 por ciento de espectadores respecto de 2021, que con poco más de 10 millones de televidentes quedó registrado como el peor rating de la historia de los premios.
Pese a los dos años consecutivos de crecimiento, los guarismos todavía no alcanzan a los de antes de la pandemia: la última vez que el evento pasó los 20 millones de personas frente a la pantalla fue en 2020 (antes de que el coronavirus forzara a cerrar fronteras y enviar a todo el mundo a sus casas), cuando consiguió cerca de 23,6 millones de espectadores.
Aún esos números ya mostraban una pérdida de interés en la transmisión, si se lo compara con los Oscar de 2017 (el año en que ganó Luz de luna), cuando tuvo 33 millones; o 2014 (en esa edición se coronó 12 años de esclavitud), que alcanzó 43,6 millones.
El récord en Estados Unidos para la emisión de unos premios Oscar es el de 1998, cuando ganó Titanic como Mejor película y la gala tuvo 55,3 millones de espectadores.
Con información de Télam