Artaza y su recuerdo del estallido de 2001 que lo metió en la política

20 de enero, 2022 | 20.52

Con el vigésimo aniversario del estallido de 2001 todavía fresco, el humorista y ex senador nacional Nito Artaza compartió con Télam su recuerdo sobre aquellos días de diciembre cuando, haciendo temporada en Mar del Plata, comenzó su acercamiento con las protestas de los ahorristas locales, convirtiéndose luego en un abanderado y una referencia nacional de esa lucha.

Radical de toda la vida, cada verano hace equilibrio entre la política y el mundo del espectáculo, aunque sin eludir su compromiso con el destino del país: 'Los 80s están de vuelta' marca su regreso a las imitaciones políticas y se ofrece como una invitación a la "esperanza" a partir de trazar un paralelismo entre la recuperación democrática y el fin de la pandemia de coronavirus.

"Yo fui como un poco un amplificador de lo que le pasaba a millones de argentinos. Estaba trabajando acá en Mar del Plata y veía a los grupos de ahorristas y los acompañaba. Pero cuando yo empecé a organizar las marchas fue cuando se cambió la esencia de la moneda, es decir lo que era dólar pasaba a ser bonos del Estado, algo exigido por el Fondo Monetario Internacional que pedía que toda esa deuda de los bancos pasara a ser bonos y que el Estado se haga cargo de sus deudas", sostuvo.

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Télam: La obra marca también tu regreso a las imitaciones políticas. ¿Cómo fue volver a ponerte en la piel de Raúl Alfonsín?

Nito Artaza: Abrimos con Alfonsín y con la canción "Pensé que se trataba de cieguitos" de Los Twist, como una señal de lo que pasó. Después se escuchan estampidas, decimos 'Nunca más' y entra en escena Don Raúl. Arrancamos fuerte. A mí me emociona mucho hacerlo cada vez que me pongo la máscara. Él siempre me preguntaba "¿pero yo digo tantas veces 'estoy persuadido' y 'desde luego'?" Tenía un buen sentido del humor, pero también me tiraba. "Usted debe ser radical porque perdió varias internas y entonces se sigue quedando". Y también me marcaba "lo que pasa es que un día lo veo con (Juan Carlos) Blumberg y al otro día con (Raúl) Castells ¿dónde está parado usted?". Otra vez que fui a verlo, le llevé un regalo, un plato con una inscripción, me atendió en pantuflas y hablamos bastante. "¿Sabe lo que tiene que hacer usted? No se olvide nunca: cuando está colegiada la cosa en un partido es como un colectivo, pero nunca un colectivo amarillo", me dijo. Se ve que ya en ese momento veía que el colectivo iba a ser amarillo como el PRO. Y después de un cuadro muy emocionante que hace Cecilia, aparece Menem. Se escucha su voz que dice "esperen que falto yo, llegué en el 89, dije síganme pero no les dije a dónde mierda los iba a llevar". A mí me pasó que estuve toda la vida imitándolo y después lo tuve sentado al lado en el Senado. Y él me tocaba y me decía: "¿seguís viviendo de mí vos?". Me ha invitado varias veces a tomar café, whisky y qué se yo. No puedo negar que he tenido una buena relación con él, pero le discutía sus políticas en los 90's. "Si hice mal o bien, no sé, pero vos viviste de mí", me contestaba. Y era cierto.

T: ¿Cómo conviven hoy tu actividad teatral con la del dirigente político?

NA: Hasta que el radicalismo decidió lo que decidió en Gualeguaychú (acompañar la alianza con el PRO que llevaba de candidato presidencial a Mauricio Macri), yo voté hasta el último momento dentro del bloque de la UCR siendo senador. Tengo el honor de haber presentado 300 proyectos y algunos son ley como el anticipo del aguinaldo antes del 25 de diciembre para seis millones de trabajadores, las cuentas sueldo gratuitas y terminar con los descuentos por el uso de las tarjetas de débito. Fue mi venganza contra los bancos que se llevaban 900 millones de dólares. Hoy estoy dentro del Frente Renovador, porque después de Gualeguaychú busqué otro camino, porque no entiendo qué hace el radicalismo con el PRO. Es inexplicable hasta el día de hoy. Me acuerdo que un día vino Ernesto Sanz a una reunión con los ocho senadores radicales y nos dijo "muchachos, hay que desandar el camino de UNEN, porque el círculo rojo quiere que el candidato sea Mauricio Macri". Pero eso a mí no me cerró por ningún lado.

Con información de Télam