Con un nuevo disco que conserva la esencia vanguardista que la caracterizó desde su aparición en la escena a fines de los '90, Adicta, banda pionera del electropop en nuestro país, consolida su regreso, que incluye una presentación oficial en julio en Buenos Aires y una serie de shows que irá anunciando en las próximas semanas.
Se trata de "Coma", un álbum compuesto por ocho canciones escritas en plena pandemia, poco después de que el grupo decidiera volver en 2018 a las pistas, luego de su disolución en 2015 con la muerte de Toto Nievas, uno de sus miembros fundadores.
"Es un Adicta auténtico, evolucionado. Siempre hay que ir un paso adelante y me parece que está logrado en ese aspecto", consideró ante Télam Rudie Martínez, la otra pata que dio vida al grupo y que se mantiene al frente del barco.
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En efecto, el álbum, que será mostrado el 7 de julio en La Tangente, del barrio porteño de Palermo, preserva el sonido que abrió el juego para la aparición de otras formaciones más comerciales con esa impronta, como el caso de Miranda!, sin embargo no deja de lado el carácter "avant-garde" que atravesó al grupo en sus más de 20 años de historia.
"Adicta tiene una línea de inconducta que es su esencia", explicó su líder al ser consultado sobre los rasgos que permiten que hasta el oyente más desprevenido inequívocamente reconozca al intérprete en una primera escucha.
La historia de Adicta se remonta a 1999 cuando el combo comandado por Martínez y Nievas lanzó el álbum debut de la banda, elegido como el mejor del año por la especializada revista Rolling Stone, y se consolidó cuando en 2003 salió el disco "Miedo", con su hit "Tu mal" y, en 2005, con la placa "Día de la fiebre", producida por Tweety González y con Celeste Carballo como invitada.
El andar del grupo, que para esa altura ya había superado las críticas que se vertían desde el prejuicio en torno a sus vestimentas y al uso de sintetizadores, parecía afianzarse con el premio Gardel logrado en 2010 por el disco "Adictism" y su participación habitual en importantes festivales, como el Pepsi Music, el Personal Fest y Creamfields, entre otros.
Pero la sorpresiva muerte de Toto Nievas en 2015 paralizó al grupo, que finalmente se disolvió hasta 2018, cuando con una reformulación en su formación, tuvo un regreso que ahora se consolida con la edición de "Coma".
Actualmente conformada por Rudie Martínez, en composición y sintetizadores; Juan Pablo Bidegain, en voz y teclados; Joaquín Franco, en batería; y Germán Moreno, en bajo; Adicta se prepara para una serie de shows que la vuelve a poner en la ruta.
En este contexto, Rudie Martínez habló con esta agencia sobre el nuevo disco y, con una mirada puesta en su historia, analizó el presente del grupo.
Télam: ¿Cómo fue el proceso de preparación del disco? ¿Cómo fueron apareciendo las canciones?
Rudie Martínez: Las canciones empezaron a aparecer prepandemia, al volver en 2018. Luego vino la pandemia y tenía tanto tiempo libre que capitalicé ese mal momento haciendo canciones. Las fui diseñando hasta que empezamos de a poco y, a mediados del año pasado, decidimos ir a fondo y terminar el disco. Se pensó mucho pero se realizó en solo seis meses.
T: ¿Las canciones tenían destino de disco desde el primer momento o eran composiciones sueltas que luego reunieron para conformar la placa?
RM: No, fue pensado como disco entero porque quería que conceptualmente tuviera un hilo conductor que hilvanara las canciones entre sí. En realidad, lo que buscaba era que tuviera el espíritu Adicta, volver al electropop que tanto me representa y el dramatismo lírico. Soy bastante dramático para las letras, un poco tanguero.
T: ¿Hay algún mensaje en particular que atraviese al nuevo disco, que buscaste dar?
RM: No sé si es una búsqueda porque no son letras diseñadas, son pensamientos un poco más universales y son también estados de ánimo del día a día. Tal vez a muchos les pase lo mismo que a mí. Pero si me siento triste escribo una letra triste y si me siento bien... también escribo una letra triste (risas).
T: ¿Por qué el disco se llama "Coma"?
RM: Porque es una palabra multisemántica, con muchos significados. Es realidad es un signo de puntuación porque en un momento parecía que Adicta tenía un punto final, pero le pusimos una coma porque la historia sigue.
T: ¿Cuál considerás que es la clave para que Adicta sea a esta altura un clásico pero, a la vez, no pierda su carácter vanguardista?
RM: En realidad, hacemos lo que nos sale. Nosotros nunca dijimos: "Vamos a ser vanguardistas". Las cosas nos salieron espontánea y naturalmente. No estamos atentos a lo que suena, a lo que está de moda o a lo que pasa alrededor. Somos medios endogámicos. Nos importa nuestro material y, por suerte, es bien recibido. Nuestra música siempre fue bien recibida, por una minoría, pero eso no nos descalifica.
T: Pero a esta altura lo que hacen es mucho mejor recibido que en los inicios, que tienen más aceptación.
RM: Pero eso no corre por mi cuenta. No me siento a ver cuánta gente me escuchó. La comunicación va por otro lado. Aunque parezca iluso, creo en el arte, hago música y el que tenga ganas, abrirá su cabeza, nos escuchará o nos seguirá. Adicta siempre estuvo en lo cierto musicalmente, pero quizás un poquito antes, entonces era un poco anacrónica. Siempre estamos medio desfasados con la realidad musical, pero es un lindo lugar y es nuestro. Mi espíritu punk me dice que seguimos siendo inadaptados, irreverentes, y me gusta. Había gente que nos decía "tienen que juntarse y hacer tal cosa", pero yo no quiero hacer temas viejos con gente nueva, no quiero mercado. Quiero hacer música. Me gusta el arte. Pero estamos orgullosos de todo nuestro material. Podríamos tocar cualquier tema del primer al último disco. Me siento cómodo y orgulloso con ellos.
T: ¿Cuáles son los preceptos que debe seguir cada nuevo miembro de Adicta para que el grupo mantenga su carácter?
RM: Soy como el nexo coordinante para mantener la banda. Igual, Joaquín Franco ya hace 15 años que está. Yo confío mucho en mis colaboradores, siempre tuve la suerte infinita de que gente supertalentosa quisiera tocar conmigo, pero Adicta tiene una línea y hay que tomarla. No hay que adaptarse, sino hacerla propia. Si tenés algo nuevo para decir, acá no hay un dogma. Pero Adicta tiene una línea de inconducta que es su esencia.
Con información de Télam