Tras destacar con su presencia en renombrados festivales latinos, la artista chilena Javiera Mena regresará a la Argentina con las canciones de "Nocturna" para brindar el 11 de marzo una función en Club Paraguay de Córdoba y una segunda el 12 en en el porteño Niceto Club de Palermo.
La cantante, compositora y productora chilena, quien el año pasado coronó en Buenos Aires su exitoso paso por el Primavera Sound, sostuvo que su último disco es una obra que "nace en el fuego del estallido social" del 2019, pero que también dialoga con la nueva normalidad de la pospandemia y se ofrece, en sus diversas lecturas, como "una declaración sobre el amor en el Siglo XXI".
"En esos dos lados transito, sin dejar de ser una chilena que está viviendo uno de los momentos más 'heavies' a nivel cosmopolítico, pero que también es una mujer enamoradiza y poeta que habla del amor y las conexiones", señaló Mena el año pasado, en diálogo con Télam, desde su residencia en Madrid.
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Según sus propias palabras, el pop es "súper político" porque "llega a las masas y actúa como un caballo de Troya de algunas ideas" como es en su caso, donde lo utiliza como un puente para trazar un paralelo entre su compromiso y su costado más espiritual y retraído.
Su séptimo disco de estudio, disponible en plataformas digitales y formatos físicos, platea un regreso a la composición que, como nunca antes, tuvo la necesidad de compartir el proceso con otros productores y nuevas formas de producción para dar con el color final de una obra "conceptual y emocional" que la conecta con su actualidad como una "mujer independiente en expansión, con la diversión y el placer femenino".
La búsqueda sonora, adornada con la calidez de los instrumentos orgánicos en su encuentro con los sintetizadores -que desde su adolescencia disecciona y ejecuta con obsesión- fijó su punto de partida en "huir de los sonidos brillantes de la música electrónica más del estilo de EDM (música electrónica bailable), como lo que venía haciendo antes".
"Buscamos un sonido más opaco, más cálido, ochentoso y con poquitos elementos para que sonara como una banda, aunque estuviera hecho casi todo con un ordenador. Integramos muchos elementos orgánicos como saxo, arpa, flauta traversa y bajo real, y cada vez fuimos por ese camino hasta dar con un disco súper 'funky', con ese sonido muy del noventa por ciento de la música que escucho: grupos como Imagination, Kool & The Gang y toda esa onda funk de los ochentas", añadió.
Con información de Télam