(Por Romina Grosso) El guitarrista y compositor Guillo Espel, quien viene transitando un camino personal en la música popular argentina, presenta "Juárez desde Juárez. Una mirada desde el piano de Manolo Juárez", un luminoso trabajo en el que recupera y compila las obras instrumentales del notable artista fallecido durante la pandemia de coronavirus.
"Se trata de una mirada sobre otra hecha previamente; donde me descubro pensando colores, timbres instrumentales y planteos estéticos desde un vuelo rasante, que es la obra misma de Manolo, observada de la manera más impertinente posible: adentrarse en el pensamiento original del compositor de esas obras", indicó a Télam Guillo Espel.
A partir de un gran trabajo de curaduría, el flamante disco invita a conocer las creaciones y el lado pianístico del músico cordobés que murió a los 83 años en 2020; fue uno de los creadores de la Escuela de Música Popular de Avellaneda y registró su último álbum "Manolo Juárez Cuarteto" en 2012.
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Espel tomó como punto de partida diversos materiales que el pianista le había compartido para que luego sean interpretados por el Ensamble Atlántico de la Orquesta Filarmónica de Río Negro, dirigido por Martín Fraile Milstein, con Fernanda Morello en piano, en un concierto realizado el 14 de abril pasado, cuyo registro se convirtió en un disco y ya puede encontrarse en todas las plataformas.
Télam: ¿Qué es lo que más te atrajo de estas piezas que pasaste a partituras?
Guillo Espel: Manolo tuvo un rol muy importante como intérprete. Diría que fue más conocido como "versionista" de temas tradicionales que como compositor. Se lo conocía musicalmente en forma espejada, refractaria. O sea, la diferencia entre sus versiones de clásicos y la obra original era lo que develaba su pensamiento musical. Sin embargo, también fue un compositor exquisito. Yo quise poner el foco en este último punto. Por eso el álbum incluye la totalidad de las obras que Manolo escribió en música popular a excepción de tres temas cantados, que por tratarse de un concierto para piano y ensamble, decidí excluir.
T: ¿Cómo surge la idea de rescatar estas composiciones y el lado pianístico de Juárez?
GE: En los últimos diez años me encargaron más de una vez producir algo sobre la obra de Manolo. El resultado de "Juárez desde Juárez" es la vuelta de un ciclo donde diseñé distintos formatos de concierto. Lo que siempre mantuve fue la idea de hacer una curaduría sobre su obra partiendo de su estilo pianístico y de sus recursos compositivos, desgrabando sus pianos no escritos y dejando a disposición el catálogo completo en partituras. Eso no se había hecho anteriormente y, en este tiempo, las pocas veces que se puso el foco en Juárez prevaleció el homenaje a su persona por sobre su obra, y allí lo que se programa y se interpreta, es algo adaptado a los intérpretes y al espectáculo. Eso es lo convencional.
Pero yo soy compositor y baso mi vida musical en horizontes no trazados. Si no me seduce no lo hago. Trabajé entonces la obra de Juárez desde un eje central: recuperarlo como compositor y pianista, compilando todas sus obras instrumentales interpretadas por él mismo. Desde ese punto de partida orquesté y diseñé una idea de concierto.
T: ¿Podemos decir que de algún modo este concierto que después se convirtió en disco puede ayudar a que muchas personas descubran la música de Manolo Juárez?
GE: En conciertos previos que se hicieron hubo productores e intérpretes que enfatizaban la importancia que la obra de Juárez estuviera difundida, activa y programada, entonces deduzco que estarán felices con este nuevo álbum. Además, este material les permite una variante como intérpretes que no usaron previamente, o al menos accederán como oyentes. Además, todo el concierto es para piano y un ensamble de doce músicos. El formato se ajusta a la gran mayoría de las orquestas que existen en el país. Se puede programar rápidamente y eso multiplicaría la difusión.
T: Si bien hay composiciones inéditas con arreglos escritos por Juárez, y otras que eran bocetos sobre los que trabajaste, se escucha una unidad sonora ¿Cómo lograste ese equilibrio? ¿Cuánto tiene que ver la interpretación de Fernanda Morello?
GE: Pensé el concepto como un todo. Las obras eran de distintas épocas y tenían diferentes proveniencias, pero mis arreglos y versiones no. Entonces era un desafío para mí que esa homogeneidad sea manifiesta. Respecto de Fernanda, tiene todo que ver; ella es una intérprete acostumbrada a la idea central de este trabajo: El intérprete se descubre a sí mismo desde el compositor, y no a la inversa. Ella pudo interpretar los gestos pianísticos de Manolo con la misma naturalidad con la que aborda Schumann o Ravel.
T: Hay algo luminoso en el espíritu de "Juárez desde Juárez", ¿lo ves de ese modo?
GE: El concepto más importante que atraviesa mi vida personal y musical es la idea de luz, como ejercicio pulsátil, vital. En cada sonido, organizado o no, yo estoy buscando su luz y como esculpirla en la organización que le doy con el sonido siguiente o simultáneo. SI "Juárez desde Juárez" resulta luminoso siento la tarea cumplida.
T: También la frescura del vivo le da un plus a este disco ¿Cómo describirías la experiencia de trabajar junto al Ensamble Atlántico de la Orquesta Filarmónica de Río Negro?
GE: Trabajar con la Filarmónica de Río Negro y con su director Martín Fraile es de las cosas más hermosas que me ocurrieron en los últimos años. En verdad son un orgullo y han revolucionado la escucha y producción cultural en toda la Patagonia. Reflejar ese trabajo en un registro en vivo es la prueba más clara de cómo funciona todo. Además, en el caso de este concierto-álbum, Martín y el ensamble son sin duda el eslabón clave de esta trilogía. Si bien el concepto es mío, considero "Juárez desde Juárez" un resultado del tándem Morello/Fraile/Espel en toda su dimensión.
T: ¿Dónde radica la importancia de la obra de Juárez en la música popular argentina?
GE: Pese a todo lo que se dice, no creo que Manolo Juárez sea un punto de inflexión en la música argentina. Lo veo más como un eslabón de una cadena. Claro que ese eslabón es expansivo. Manolo trajo elementos formales a nuestro folclore que antes no se vincularon. Su música es rumiante sobre sus propios fantasmas, multiplicados por el tironeo de una tradición que respetaba y una vanguardia que le era propia a su época. Es interesante, porque de ese equívoco nace lo más valioso de su legado. De allí también mi aceptación del encargo, y mi necesidad de plantearlo sin convencionalismos.
Con información de Télam