(Por Martín Olavarría) Ciro y Los Persas se presentó anoche ante un colmado Luna Park en un festejo futbolero que, a tan solo tres días de la consagración de la Selección argentina en el Mundial de Qatar, emocionó a la concurrencia a través de la música y evocando la coyuntura, con la actuación de la Filarmónica Nacional en el primer tramo del show.
Tal como había mostrado a modo de anticipo en su show de octubre pasado en Vélez, el exvocalista y líder de Los Piojos repasó varios de los grandes éxitos de su anterior y consagrado conjunto, en primer término apoyado en un formato sinfónico con más de 70 músicos en escena y, posteriormente, acompañado por su actual banda con su habitual sonido candombero y rockero, cuyo repertorio de los últimos años también estuvo presente en un concierto que se extendió durante cerca de tres horas y se repetirá esta noche y mañana.
El clima mundialista no parecía haberse terminado en la previa del concierto, con miles de entusiastas espectadores mayoritariamente vestidos con la infaltable casaca número 10 de Lionel Messi que entonaban cánticos como "Dale, campeón" a la espera de la salida de Andrés Ciro Martínez.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La noción de que precisamente este show resultara una mera extensión de los festejos históricos del lunes y martes últimos por el triunfo mundialista fue confirmado por un público bien conocedor del espíritu futbolero que a lo largo de treinta años acompañó a los dos proyectos musicales de Ciro.
"Qué increíble... Qué manera de sufrir. Si hacen una película, uno diría: ¡qué exagerado!, estos de Hollywood... ya saben que va a ganar el bueno, que es Messi'", dijo Ciro en su primera y esperada interacción con el público.
Tras el primer trío de canciones, que culminó con una emocionante versión sinfónica de "Ando ganas" en la que únicamente el público coreó el estribillo como es habitual desde los recitales de Los Piojos, el vocalista introdujo una de las canciones de temática social de su anterior conjunto, "Dientes de cordero", del disco "Máquina de Sangre" de 2003, que narra la crisis de diciembre de 2001.
Para no soslayar el triste aniversario de esa fecha, Ciro eligió ese tema para recordar que "hubo diciembres más tristes que este" y se repasó con imágenes en la pantalla gigante detrás del grupo los acontecimientos de convulsión vividos en ese entonces, para pasar rápidamente a momentos con otra emotividad más positiva con la llegada de la versión de "Agua" tocada por la banda y la Filarmónica.
Otro pasaje logrado del primer tramo de la presentación se dio cuando Ciro hizo pasar al escenario a una nena que lo acompañó cantando "Canción de cuna", emotivo tema dedicado a la paternidad experimentada por el vocalista, que también tuvo su formato sinfónico.
Prácticamente con una obligación imposible de sortear dadas las circunstancias y el clima de 72 horas posterior al triunfo del domingo, Ciro, que ya antes había prometido que "ya algo vamos a cantar" relativo al Mundial, indicó a la orquesta que interprete su particular versión de "Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar", el cántico popular que monopolizó los festejos argentinos desde el inicio de la Copa del Mundo, basado en la melodía de un tema del grupo La Mosca.
A pesar de que el público estaba predispuesto a temas de Los Piojos y de Ciro y Los Persas, aquel momento fue de los pasajes más esperados y celebrados por la concurrencia, deseosa de seguir festejando el triunfo argentino y entusiasmada por las imágenes que ilustraban ese momento a través de las pantallas con las mejores jugadas y goles del equipo dirigido por Lionel Scaloni.
"Esto también es un seleccionado que se armó para esta oportunidad, que la armó el maestro Gustavo Fontana, que se llama Filarmónica del Plata y acaba de nacer", dijo Ciro para despedir a la aclamada orquesta y dar cierre al primer tramo del espectáculo, que también incluyó dos de los hits de mayor relevancia de Los Piojos, "Tan solo" y "Verano del '92", además de temas de la etapa del cantante y compositor con Los Persas.
El intervalo no dejó en silencio durante demasiado tiempo a la nutrida concurrencia familiar del Luna Park, que siguió alentando con más cánticos futboleros como "Soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar" como si la pelota siguiera rodando en Qatar.
Para el regreso al escenario y encarar la segunda etapa del concierto, comenzó a sonar en loop el recordado audio de Lionel Messi diciendo "¿Qué mirás, bobo? Andá pa' llá" para enlazar temática y musicalmente de manera perfecta con el clásico de Los Piojos "Babilonia", del disco "Ay ay ay" de 1994, que comienza con un repetitivo y pegadizo "Vete, bobo; vete, bobo" que fue coreado con pasión hasta el final.
Por otra parte, infaltable en conciertos de Ciro con independencia de coyunturas mundialistas o de exaltación patriótica, el momento del show reservado para el tema "Maradó" cobró también una resignificación particular ante el particular contexto.
La euforia característica de esa popular canción de homenaje a Diego Maradona se mezcló con emoción a partir de las imágenes exhibidas sobre el escenario, cuyas pantallas se dividieron en varias proyecciones de las mejores jugadas de toda la carrera del capitán campeón del mundo en 1986.
Para mantener el espíritu festivo, la lista de temas aprovechó el ímpetu para introducir el saltarín hit "Como Alí", hasta que la gente logró su merecido respiro al volver a sentarse con canciones más melancólicas como "La luna y la cabra".
Desde el segundo tramo del show y ante la arenga de Ciro respecto de que los espectadores "estaban muy cómodos sentados" y que podían pararse, el público fue intercalando el uso de sus asientos con pararse a saltar y bailar dependiendo del estímulo de cada tema.
Para los bises, Ciro se puso anecdótico y contó sobre una mujer comprometida con otro hombre con la que salía décadas atrás, a la que dedicó grandes temas de la etapa de Los Piojos como "Y qué más" y "Te diría", canciones que interpretó en esa etapa final del show.
El cierre del extenso y emotivo concierto se dio con una versión enganchada de tres de los más bailables temas de Los Piojos: "Farolito", "El balneario de los doctores crotos" y "Muévelo", que dejó a un siempre eufórico y entusiasta público satisfecho tras casi tres horas de música que le dio el mejor cierre a lo que seguramente sea un 2022 memorable.
Con información de Télam