Brian Chambouleyron estrena disco "capaz de expresar el aparente cambalache que me habita"

26 de enero, 2022 | 15.45

El cantor y guitarrista franco-argentino Brian Chambouleyron estrenará mañana en la sala porteña Bebop Club su primer disco en vivo, "C'est moi! “, un trabajo grabado junto a Banda Mare Nostrum, que marca una bisagra en su carrera e incluye canciones criollas, francesas e italianas y clásicos de varios países.

“El presente siempre aparenta ser un punto de inflexión, pero hoy realmente siento eso. Estos últimos años han sido de búsqueda, de preparación para llegar a un lugar donde mi voz, mi repertorio, pueda expresar ese abanico musical tan amplio que me habita, todo ese aparente cambalache en el mejor de los sentidos, expresó a Télam Brian Chambouleyron.

Luego de una gira europea, el músico se reencontrará mañana a las 22.30 con el público en Bebop Club (Uriarte 1658), donde mostrará su flamante álbum acompañado por Gabriel Spiller en batería, Mono Hurtado en contrabajo, Roger Helou en piano e invitados sorpresa, en un espectáculo definido por el cantor como "una fiesta musical"..

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Todo ese mundo sonoro que plasma en el ecléctico y festivo "C'est moi! “ -sucesor a “Volare” (2020)- está íntimamente ligado a su historia: Brian nació en Francia en 1964, donde vivió sus primeros cinco años; en los 70 llegó a la Argentina junto a sus padres, país del que se fue seis años más tarde. Se refugió en México y desde los 18 hasta los 21 años se radicó en Campinas, cerca de San Pablo.

“Puedo habitar varios universos musicales paralelos, desde el tango a la música francesa, desde la canción italiana de San Remo a un estilo pampeano, desde un corrido mexicano a una canción en friulano, ¡qué se yo!. Lo que me va guiando es el puro gusto por cantar, por habitar personajes y bucear en lo expresivo, encontrar siempre qué de mí resuena en cada obra que abordo”, expresó el cantante.

Y aclaró: “Eso sí, todas las canciones que interpreto me enamoran a primera vista, resuenan por días y días, me hacen llorar y reír. El resto es simplemente ser responsable con este amor, trabajar duro, encontrar el mejor punto en los arreglos, proponerlo y compartirlo con el público durante mis presentaciones”.

Este trabajo, donde incluye el tema que da nombre al disco, "C'est moi!", que lleva letra y música propia, es un registro de enero de 2021 durante un concierto en Buenos Aires, que en principio no fue pensado para ser un álbum, pero que terminó transformándose en un disco, cuyo arte de tapa fue realizado por Juan Soto y el sonido estuvo a cargo de un viejo compañero de ruta, Martín Telechanski.

Télam: El disco incluye versiones del fox-trot "Caprichosa" en banda y tangos emblemáticos de la dupla Gardel-Lepera como "Volver" y "Sus ojos se cerraron" en clave íntima y acompañado por el piano de Helou, ¿Cómo fue surgiendo el repertorio final y este modo audaz de abordar cada tema?

Brian Chambouleyron: Van madurando de a poco, a veces tardo meses en decantar una versión, en encontrar el punto rítmico, el lugar desde donde colocar la voz, en que aparezcan los ejes del arreglo. ¡Soy re tortuga en esto! Con Roger Helou nos conocemos bastante, hemos tocado acá en Argentina, también mucho en Suiza y Francia y hasta estamos fantaseando en lanzar un disco de piano y voz. Nuestras versiones, en cambio, son más repentistas, surgen en el momento.

T´: Si bien en "C'est moi !" se respira un aire alegre, también hay lugar para la profundidad y cierta nostalgia ¿Lo ves de ese modo?

BC: Sí, es así Lo festivo no es forzosamente escapista, a mi modo de ver. En varios momentos necesito regresar a un carácter más introspectivo. Lo necesito para alimentar la posterior extroversión, y viceversa. Un tema como "La Bohéme" me parece un ejemplo de esto. Tiene un carácter nostálgico, de evocación casi angustiosa del pasado, un racconto fotográfico y emocional de lo que fuimos y ya no somos., casi un tango, te diría.

T: Como intérprete se te escucha en un gran momento, libre y buscando nuevos rumbos, pero sin perder la esencia de cada tema. ¿Cómo describirías este camino como cantante?

BC: Podría describir este camino como un despojarse, lenta y trabajosamente, de prejuicios sobre mí mismo y sobre los seres que me rodean. Ir detrás de la emoción y atesorarla, como una guía, como un faro en el medio de este infinito incierto que es nuestra vida. Pero el camino también tiene ligereza, es juego, una búsqueda lúdica y siempre compartida. Mi repertorio está hecho de amores, de enamoramientos, mejor dicho. Gestionar el canto, tu voz cantada, es de las cosas más complejas, desafiantes y maravillosas que hay. Y vale la pena.

T: ¿Qué podés adelantar de este show?

BC: Finalmente, después de un año, vuelvo a la Argentina. He preparado este espectáculo con mucho amor y dedicación. Traigo de todo en mis alforjas de viajero impenitente: canciones criollas, poesía francesa, música italiana, clásicos de varios países, géneros buffos y también canciones desgarradas y melancólicas.. un poco de todo. Por supuesto, habrá mucho más que lo que está en el disco.

T: ¿Cómo fue la experiencia grabar por primera vez en vivo y junto a

Banda Mare Nostrum? Se escucha una espontaneidad que le da frescura a las canciones…

BC: La idea original era grabar un concierto en vivo para producir tres o cuatro video clips. Si hubiera imaginado que estaba grabando un disco, seguramente no habría salido tan bien. Ese día montamos un dispositivo con tres cámaras y pusimos micrófonos por todos lados. El resultado fueron seis videos bajo la batuta del talentoso Vruma Ottavianelli , que se pueden ver en YouTube.

Pero un buen día, me puse atentamente a escuchar el audio del concierto completo y quedé sorprendido. ¡Sonaba bárbaro! Hablamos con Martín Telechanski, mi oreja amiga, quien además se encargó de toda la toma de audio en vivo, y nos pareció que estaba muy bien, en efecto. El sonido era claro, las versiones eran frescas, vibrantes y se sentía el calor del público en cada interpretación (el cual hasta corea la versión de "La Bohème" sobre el final del recital). Era muy agradable escucharlo. Se los mostré a Gabriel Spiller, al Mono Hurtado y a Roger Helou, los músicos que me acompañan en esta aventura, y también les encantó. Yo tenía mis reparos porque jamás había editado un disco en vivo. Y esto es curioso, porque en realidad, a diferencia de muchos músicos amigos, nunca me siento demasiado cómodo en los estudios de grabación. Pero bueno, acá está y viene resultando una experiencia muy gratificante.

Con información de Télam