Músicos y compositores esenciales de la escena popular argentina, Carlos Negro Aguirre y Juan Quintero reponen su esporádico pero latente dúo con la publicación, esta noche, de Abrazo (en vivo), grabación que recupera una actuación conjunta de hace 12 años en Mendoza y que para el guitarrista y cantante tucumano entrega una foto muy amorosa y un buen momento de esa música, que se gestó durante mucho tiempo.
En charla con Télam en su casa porteña, Quintero insiste que nosotros tocamos esa música durante muchos años y resulta que nunca la grabamos en vivo por cuestiones nuestras y alguien, en este caso Gonzalo De Borbón, tuvo el buen tino de estar ahí en ese momento justo, grabando y a mí me parece que es así como suceden muchos eventos felices.
Por su parte, el pianista entrerriano Aguirre evoca desde Paraná que al amigo muy querido, Gonzalo De Borbón se le ocurrió que fuéramos a tocar a Mendoza, para lo cual se embarcó en la producción del concierto que gestionó en el teatro Independencia de esa ciudad, donde hay un piano maravilloso. Cuando llegamos nos encontramos con que habían pensado en grabar el concierto junto a Matías Jodar, quien cursaba estudios con Gonzalo relacionados a la producción musical dentro de la universidad.
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El Negro aporta que fue un recital con una hermosa respuesta del público y nosotros felices de tocar juntos y brindarles ese repertorio. Tan es así que al cabo del concierto, y a modo de bis, nos animamos a improvisar una tonada en agradecimiento a la calidez con la que nos recibieron.
Abrazo (en vivo) será presentado hoy desde las 22 en el ciclo La Hora Azul del canal de YouTube del sello Shagrada Medra, una disquera independiente y autogestiva que funciona en la capital entrerriana por impulso del propio Aguirre junto a Ramiro Gallo y Luis Barbiero.
En el repertorio del inminente álbum se reúnen canciones de Juan como La música y la palabra, Alpapuyo, Maricón, Equipaje, y Paloma, junto a otras de Carlos entre las que se cuentan Coplas al agua, A gatas, En la frontera, Memoria de pueblo, Sentir de otoño y Coplas de cielo y río, además de un par de logradas versiones de A puro fierro (Pepe Núñez-Juan Falú) y Los pensamientos (Saúl Salinas).
Con diversas y reconocidas trayectorias animando espacios solistas y grupales, el encuentro de Aguirre y Quintero que ahora queda plasmado en un registro, posibilita apreciar el trabajo de orfebrería y diálogo entre ambos artistas para construir los arreglos y los silencios que pueblan un repertorio que desde antes de estos encuentros y todavía siguen mostrando la inspirada vitalidad del cancionero folclórico contemporáneo.
En palabras de Aguirre: Nos dejábamos probar un sinfín de ideas para luego dejar que reposen hasta el siguiente ensayo y así ir dejando lo que sentíamos que aportaba a cada canción".
Télam: ¿Qué consideran que porta este Abrazo (en vivo) como valor estético, cultural y sensible?
Carlos Aguirre: Para ambos, este dúo, constituyó una relectura de varias de nuestras composiciones. Sentir todo el tiempo que cada canción propia estaba atravesada por la mirada del otro, abrirse a esa experiencia y a partir de eso abrirse también a una nueva sonoridad para cada música.
Juan Quintero: Esta música se amasó desde lo vincular, por ejemplo, durante 10 años y nunca se grabó, nunca entramos a un estudio a grabar, por ejemplo, eso es algo que da una idea de cómo se gestó esta música que era eso cada encuentro y al siguiente lo desatábamos y lo volvíamos a hacer. Estas músicas pasaron por infinidad de versiones, relecturas, idas y vueltas, pero el criterio era tratar siempre de que no sea definido en la cancha de alguno.
T: ¿Son de escucharse a sí mismos? ¿Qué escucharon en esta velada mendocina?
CA: En mi caso, pongo tanto empeño en cada disco y lo escucho tantas veces durante el proceso de grabación, mezcla y masterización que luego me sucede que no lo escucho más por años. Creo que también para dar lugar a que vengan cosas nuevas. En este caso sucedió que encontrábamos algunos errores de interpretación en pequeños momentos del recital y por esa razón desestimamos la idea de editarlo. Pero por suerte nuestro amigo Gonzalo cada tanto nos recordaba que existía aquella grabación y con los años volvíamos a escucharla. En un momento, felizmente, y a la luz del tiempo transcurrido, nos dimos cuenta de que el material podía funcionar perfectamente como una foto de ese momento de nuestro dúo. Y desde esa perspectiva es que nos animamos a compartirlo.
JQ: Al menos yo paso por ese momento de gestión de las cosas cuando se están haciendo, cuando se están ensayando, cuando se están grabando y para mí es muy necesario pasar por ese momento de enamoramiento digamos. Pero cuando estoy tocando con otra gente no, no me estoy escuchando a mí, sino que estoy escuchando como poniendo una pata afuera y viendo, es una sensación difícil de transmitir y no estoy escuchando a Juan Quintero y al Negro Aguirre sino más bien en algún punto hay algo de despojo en esa escucha y por eso tal vez se hace posible escucharlo después. A mí me pasa ahora que me estoy escuchando mis discos porque mi hija los escucha y nos escuchamos a través de ella. Es interesante.
T: El repertorio compartido entonces habla de una potencia creativa que sigue sonando en tiempo presente ¿qué sienten que pasó con estas canciones en estos 12 años?
CA: En lo personal, a varias de estas canciones les di vacaciones (risas). Ha sido bueno un descanso para cuidar el vínculo con ellas y a cada tanto volver a hacerlas sonar y sentir las mismas ganas de interpretarlas. Son muy necesarios esos espacios temporales para dar lugar a la gestación de nuevos repertorios con las necesidades expresivas que vayamos teniendo en cada momento de nuestras vidas. Luego vamos revisitando algunas desde otro presente y muchas veces con nuevos abordajes.
JQ: No sé, yo estoy como en otra ahora, agarrándolas desde otro lado, pero honestamente estoy también componiendo otras cosas que tienen otro destino, como por ejemplo para que se canten en grupo o canciones para cantar con otra gente digamos, en otra etapa.
Este repertorio como que ya está hecho y para mí es un trabajo del pasado si se quiere, pero por otro lado también me parece que hay alguna cosa que me da cierto aplomo de los años y cierta calma como para poder estudiarlo con otro peso y estoy como revisitando algunas de las canciones en un plano más de estudio técnico, desde el sonido de la guitarra, desde la pulcritud del todo que por ejemplo a mí me hace disfrutarlas de nuevo, les da una nueva punta de entusiasmo. Además son unas canciones -tanto a las del Negro como las mías- a las que quiero mucho, que están bien hechas, que están sentidas, que resisten el paso del tiempo y está bueno poder disfrutar de eso y honrar ese rol.
T: ¿Planean que este Abrazo también se actualice con próximos recitales de ambos juntos para acompañar el lanzamiento?
CA: De hecho tenemos el deseo de ir a Mendoza a tocar como agradecimiento a nuestro amigo Gonzalo. No hemos hecho más planes que ese en relación a conciertos. De todas maneras ambos sentimos al dúo como un proyecto vivo que puede ponerse en funcionamiento nuevamente en cualquier momento.
JQ: Hay alguna idea de juntarnos, pero no como proyecto en sí. Cada quién está en una búsqueda de cosas muy ricas y por lo pronto es darle valor a este momento en que apareció alguien que nos recordó nuestro trabajo durante muchos y de forjar una amistad.
Con información de Télam