Trío de "Tarco" Arias apuesta a la improvisación en la música andina y lo muestra en Rondeman

01 de marzo, 2023 | 15.14

El trío jujeño Barracán que aborda composiciones de Santiago “Tarco” Arias y que el bandoneonista comparte con Mauro Alemán (vientos y accesorios) y Elio Gutiérrez (charango y ronroco), estrenará el domingo en la sala porteña Rondeman Abasto su homónimo disco debut donde propone la inédita experiencia de la improvisación en la música andina.

“Tanto Elio como Mauro tienen una intuición musical enorme, y a mí siempre me motivó la frescura de la improvisación que nos hace reversionarnos permanentemente según nuestros estados emocionales y nuestra sintonía del momento”, cuenta Arias a Télam.

El músico que en el terceto también toca percusiones, apunta que “la improvisación es algo que yo quise que sea parte esencial del proyecto porque en la música andina no está el elemento de la improvisación como tal. En ella hay algunas con un concepto más jazzístico y otras improvisaciones grupales”.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Con su singular formación musical, “Barracán” regala un singular recorrido por La Quebrada y la Puna que fue registrado un año atrás en Tilcara y que ahora llega por una noche a Buenos Aires para sonar el domingo desde las 20.30 en la sala sita en Lavalle 3177, sumando los aportes de Nadia Larcher, Ernesto Snajer y Facundo Guevara.

“Tarco”, nacido en San Salvador y criado en Tilcara, profundizó sus estudios musicales en el Conservatorio Manuel de Falla de la Ciudad de Buenos Aires, tomó clases de bandoneón con Dino Saluzzi, de bajo eléctrico con César Franov y música en general con Juan Carlos “Mono” Fontana.

Además de integrar La Cangola Trunca, como solista editó "Fuellisto" (2013, bandoneón sólo) y “Evocación de carnaval” (2021) y en medio de ambos volúmenes, en 2016, publicó “Criollo” en formación de dúo junto al guitarrista Sebastián Castro.

Télam: ¿Cómo te encontrás con Mauro y Elio para dar forma a Barracán?

Santiago “Tarco” Arias: Conocí primero a Elio en un encuentro que se hizo acá en Tilcara en 2015, “Huella Argentina”. Apenas nos pusimos a tocar fue instantánea la sincronía musical y espiritual, me impactó mucho su musicalidad ilimitada y su compromiso con la música que estábamos tocando. Con Mauro nos encontramos unos años más tarde en una guitarreada, también en Tilcara, y cuando lo escuché tocar me di cuenta que era otro músico singular, con una profundidad que no se ve muy seguido. De esos encuentros siguió la amistad y la necesidad de hacer música con ellos. Poder cargar el sonido de un mensaje tan contundente como lo hacen ellos es algo que sigo aprendiendo al compartir la música con Elio y Mauro.

T:¿Podemos suponer que estos abordajes estéticos vienen a actualizar un rico legado?

SA: Yo creo que sí, primero por la formación (bandoneón, vientos y charango: al no tener guitarra ni percusión los roles de los instrumentos se ven exigidos de diferentes maneras); por las nuevas composiciones del trío y por el elemento nuevo de la improvisación como eje. El legado es lo más valioso que tenemos, por eso lo respetamos y trabajamos siempre tratando de mantener el hilo conector con esa raíz.

T: Al respecto ¿cómo dialoga “Barracán” con el presente de la región y, por ejemplo, la avanzada extractivista a partir del litio?

SA: No estoy en contra de la minería per se, pero sí estoy totalmente en contra de arruinar el medioambiente como resultado del extractivismo minero o turístico sin regulación y que no cumple las normas que garantizan la preservación de recursos como el agua. Eso destruye todo, la cabeza de la gente, la cultura, la vida. Pero extraer minerales de la tierra es lo que lleva a que yo pueda escribir esto y que se pueda publicar digitalmente, o que yo toque un instrumento que tiene un gran porcentaje de metal. Para mí la cosa es en contra de la avaricia violenta y obscena, la falta de amor que lleva a la explotación de la gente y a la contaminación irreversible de nuestros recursos vitales.

Con información de Télam