Vecinos del barrio de Mataderos y legisladores de la oposición denunciaron que el Gobierno porteño tapó un mural en homenaje al músico Gabo Ferro, que fue inaugurado a fin del 2020 tras el fallecimiento del artista y declarado de interés Cultural de la Ciudad, y afirmaron que el daño ocurrió en el marco de un plan oficial de recuperación de frentes vandalizados.
La obra Amar, temer, partir replicaba la imagen de la tapa del álbum del artista del 2008 y fue pintada la esquina de las calles Juan Bautista Alberdi y Basualdo, por amigos y familiares de Ferro, junto a organizaciones barriales como el Club Ercilla Juniors, Evita Comuna 9, Barrios de Pie, Frente 22 de agosto y Merendero Nuestro Barrio.
Según señalaron, el mural estaba sobre la fachada de la curtiembre la Hispano Argentina, que dio su autorización para la instalación de la obra en 2020, cuando se decidió rendir homenaje al músico que falleció en octubre de ese año ya que era considerado un hijo de Mataderos.
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En ese marco, la denuncia sostiene que días atrás, el Gobierno de la Ciudad destruyó la obra al taparla durante los trabajos que realizan en las Comunas porteñas para la recuperación de frentes que hayan sido objeto de daños o pintadas y está a cargo de la secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, Julia Domeniconi.
Tras conocer lo ocurrido, la legisladora del Frente de Todos Laura Velasco presentó un proyecto de repudio y consideró que el plan oficial no tiene en cuenta las características particulares del inmueble a intervenir y su valor patrimonial, ni se respeta el valor artístico de la intervención popular.
En el caso del mural de Gabo Ferro no se verificó si se trataba de una intervención no deseada por los propietarios y los vecinos y vecinas del barrio, advirtió a la iniciativa de la gestión porteña que apunta, según informaron oficialmente, a atender situaciones imprevistas para los vecinos que tienen que ver con hechos vandálicos.
Agregó que es imperioso evitar que estas situaciones se repitan y señaló que la empresa encargada de los trabajos debería contar con instrucciones claras respecto a cómo actuar ante la presencia de expresiones artísticas populares y el Gobierno de la Ciudad debería controlar debidamente sus intervenciones.
Gabriel Fernando Ferro, tal el nombre con el que nació el 6 de noviembre de 1965 en el barrio porteño de Mataderos, fue historiador, narrador, dramaturgo y docente, todas facetas que abrazó con hondura y pasión.
Ferro irrumpió en la música como fundador y cantante de la banda de hardcore Porco que marcó huella en el under de la ciudad de Buenos Aires entre 1992 y 1998, con distintas formaciones.
Tras la disolución del grupo, se recibió de historiador y en 2005 volvió a bateas con su primer álbum solista, "Canciones que un hombre no debería cantar" y el pulso de ese gesto inaugural en la canción marcó el tono de un repertorio notable que regó otros 11 discos (el último de ellos "Historias de Pescadores y Ladrones de la Pampa Argentina", junto a Sergio Ch.).
En materia literaria y ensayística figuran el poemario "Recetario panorámico elemental fantástico & neumático" y los ensayos "Barbarie y Civilización. Sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas" y "Degenerados, anormales y delincuentes. Gestos entre ciencia, política y representaciones en el caso argentino", además de "200 años de monstruos y maravillas argentinas".
En 2015, mereció el Premio Konex como una de las cinco mejores figuras de la década 2005-2015 en la disciplina Canción de Autor y en abril del año pasado fue reconocido como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Con información de Télam