Se estrena "Ese fin de semana", ópera prima de Mara Pescio protagonizada por Miss Bolivia

07 de diciembre, 2021 | 14.03

(Por Hugo F. Sánchez) - La difícil relación entre una madre y su hija distanciadas desde hace años es la historia que aborda “Ese fin de semana”, ópera prima de Mara Pescio que llega mañana a las salas comerciales y también a la señal Cine.ar TV el jueves 9 y el sábado 11 de diciembre a las 22.

El relato está centrado en Julia -encarnada por la artista y compositora Miss Bolivia-, una cantante argentina que se gana la vida como puede en Brasil y que debe volver a su ciudad natal en Misiones para firmar la autorización para que su hija Clara (Irina Misisco) pueda mudarse con su padre a Paraguay.

Pero el viaje, además, representa la oportunidad de recuperar el dinero de una antigua estafa.

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“Quería abordar ese instinto materno como construcción política que interfiere en el deseo, en nuestra propia y singular forma de maternar y lo normaliza”, cuenta Mara Pescio en comunicación con Télam.

Entre Argentina y Brasil, del policial al western urbano, de la ausencia a la revinculación, “Ese fin de semana” -que tuvo su premiere mundial en la sección New Directors de la última edición del Festival de San Sebastián, en España-, tiene a Miss Bolivia con un debut en el cine con un personaje contradictorio con varias zonas oscuras.

“Miss Bolivia tiene una fortaleza, una presencia escénica, que me pareció fundamental para su personaje”, afirma la reconocida guionista de series televisivas como "Pequeña Victoria" y "Las estrellas", y películas como "Marilyn".

Télam: ¿Qué fue lo que te interesó al escribir y dirigir tu primera película sobre la relación entre una madre ausente y su hija adolescente?

Mara Pescio: Hace diez años atrás, cuando surgió este proyecto, era un tema que tenía repercusiones personales. Estaba embarazada de mi primera hija y me planteaba si podría llevar adelante ese rol. Y así empezó “Ese fin de semana”, en donde quería abordar ese instinto materno como construcción política que interfiere en el deseo, en nuestra propia y singular forma de maternar y lo normaliza.

También me interesaba indagar en el crecimiento de una chica criada principalmente por una comunidad, donde la figura de les progenitores no estuviera tan presente. Cómo un determinado ámbito social, cómo este barrio de monoblocks, se vuelve esencial para la identidad de una chica.

T: La película establece mojones para ir reconstruyendo la historia de esa relación rota. ¿Cómo fuiste trabajando el relato y la puesta en ese sentido?

MP: Hubo muchas versiones de guion, incluso algunas en donde se narraba ese pasado juntas para luego saltar al presente de la narración. Con el paso del tiempo, decidí que la historia se centrara en una madre que se fue cuando su hija era una nena y ahora se reencuentra con una adulta. Tienen dos días y ese tiempo, claro, no es suficiente para recomponer todo lo que no vivieron en la misma casa.

Preferí que no hablaran de la ausencia materna, que no estuviera, que no se repusiera, porque a la madre y la hija les urge el presente.

T: ¿Por qué elegiste a Miss Bolivia para el protagónico? ¿Qué características fueron determinantes para elegirla como protagonista?

MP: Fue un disfrute trabajar con ella. Miss Bolivia tiene una fortaleza, una presencia escénica, que me pareció fundamental para su personaje, que es alguien que en la vida cotidiana no se halla, le cuesta estar, se siente incómoda incluso con su propio cuerpo. El escenario es el único lugar en donde es ella, es en ese espacio que gana peso, en la vida cotidiana, se repliega.

T: Sorprende que en la película haya pocos diálogos, aun cuando sos una reconocida guionista. ¿Fue una búsqueda centrar y confiar en las imágenes para contar la historia?

MP: Me gusta especialmente narrar sin necesidad de diálogos y me pareció que no tenía sentido para madre e hija reponer con palabras lo que ambas habían vivido. Son seres bastante silenciosos, acostumbradas a pasar mucho tiempo solas, sobre todo el personaje de la madre, Julia. Hay enojos, hay expectativas frustradas, hay intensidad, pero a la distancia, se miran de lejos.

Además, creo que lo documental le fue ganando terreno a lo ficcional. Si bien las secuencias permanecieron, lo que fue apareciendo en el rodaje fue transformando al guion previo. Decidimos priorizar las escenas de naturaleza documental que le dieron el tono, el ritmo y sobre todo la identidad a la película.

Con información de Télam

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