"Artaud": Radiografía de una obra maestra irrepetible

09 de octubre, 2023 | 14.41

(Por Hernani Natale) Tras la deserción de los músicos que formaban parte de Pescado Rabioso, quienes pretendían orientar el grupo definitivamente hacia el rock y el blues, en contraposición de su líder que naturalmente se volcaba hacia una música más estilizada; y antes de que terminara de tomar forma Invisible, el trío que conformaría junto a Machi y Pomo, Luis Alberto Spinetta registró "Artaud", un disco solista al que prefirió lanzar bajo el nombre de su antigua banda.

"No me gusta un artista que se llama Luis Alberto Spinetta. Me parece muy pomposo. Como es mi nombre no lo puedo evitar, pero me gustaría más llamarme Jimmy Choto...no sé. Esa fue una de las razones, lo cual no deja de ser una perfecta idiotez. Otra razón fue que les quise demostrar a los exmiembros del grupo que Pescado Rabioso era yo", explicó el propio autor a Eduardo Berti, en el libro "Crónica e iluminaciones", editado en 1988.

El título del disco hacía directa alusión a Antonín Artaud, uno de los llamados "poetas malditos" franceses, creador del Teatro de la crueldad; e intentaron reflejar el impacto que había significado para Spinetta la lectura de sus libros "Heliogábalo, el anarquista coronado" y "Van Gogh, el suicidado por la sociedad".

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Incluso, el músico emprendió luego de la ruptura de Almendra, en 1971, un viaje por Europa, en medio del furor por el ácido lisérgico, en busca de experimentar en carne propia las vivencias de esos "poetas malditos" que formaban parte de su biblioteca personal.

"Yo le dediqué ese disco a Artaud pero en ningún momento tomé sus obras como punto de partida. El disco fue una respuesta al sufrimiento que te acarrea leer sus obras", aclaró Spinetta en el mismo "Crónica e iluminaciones".

Ya instalado en su hogar familiar de la calle Arribeños, el músico dio forma a las composiciones que iban a ser parte de este trabajo, para cuya grabación iba a optar por un formato acústico, con la participación de Emilio del Guercio, Rodolfo García y Gustavo Spinetta.

Los temas que conforman esta placa, gran parte de ellos considerados hoy en día clásicos, son: "Todas las hojas son del viento", "Cementerio Club", "Por", "Superchería", "La sed verdadera", "Cantata de puentes amarillos", "Bajan", "A Starosta el idiota" y "Las habladurías del mundo".

Gustavo Spinetta tocó la batería en "Cementerio Club" y "Bajan"; Rodolfo García hizo lo propio en "Superchería" y "Las habladurías del mundo"; y Emilio del Guercio se ocupó del bajo en estas cuatro canciones.

Entre las particularidades líricas del disco, "Todas las hojas son del viento" fue escrita a raíz de la noticia del primer embarazo de Cristina Bustamante, la primera novia de Spinetta, musa de "Muchacha ojos de papel" y del "Blues de Cris" cuando se produjo la ruptura.

Por su parte, "La sed verdadera" parecía hablarle a los fans que buscaban respuestas en sus canciones, a los que recomendaba que tomaran consciencia que eran los únicos dueños de sus destinos.

"Por" era una breve composición que presentaba palabras sueltas que respondían a una musicalidad y en las que cada oyente podía encontrar distintos significados. "Me acuerdo que un día entro a la habitación que compartíamos con Luis y Patricia y me pide de golpe que le diga la primera palabra que se me ocurriera. No sé cuál dije, debo haber elegido alguna media extraña porque yo era así. Resultó que era para la letra de `Por´", evocó Gustavo Spinetta a Télam.

En tanto, "Las habladurías del mundo" era una respuesta a los mitos urbanos que circulaban en torno a la vida privada de Spinetta; y, finalmente, "Cantata de puentes amarillos", pieza fundamental de la placa, estaba inspirada en las cartas que el pintor Vincent Van Gogh había escrito a su hermano Theo, de donde extrajo varias imágenes.

A la hora de analizar las composiciones del disco a pedido de Télam, el músico Adrián Iaies, quien trabajó sobre estas partituras para el homenaje de este año en el Teatro Colón, eligió a "Todas las hojas son del viento" y "La habladurías del mundo" como ejemplos de temas en los que podrían encontrarse formas "más simétricas", pero con componentes que las distinguen.

"`Todas las hojas son del viento´ es el tema más simétrico pero cuando lo escuchás la forma en que se acompaña en la guitarra, te das cuenta que es muy difícil. No podés marcar el pulso de ese acompañamiento con la mano. Y `Las habladurías del mundo´ tiene estrofa y estribillo que se repiten, pero la intro y las melodías que tocan las guitarras en el interludio instrumental es música muy compleja", explicó.

Iaies también marcó elementos que le dan un carácter único al disco en cuando a lo rítmico, para cual tomó como ejemplo "Cementerio Club" el cual "es un blues en el sentido de la sonoridad y del tipo de acordes que usa, pero no desde el punto de vista formal, porque un blues tiene 12 compases". "No es un blues estrictamente, pero es redondo, no es una `chinada´, lo seguís tranquilo. Eso es un arte", exclamó.

El pianista también arriesgó que en algunos casos el autor escribió la música y la letra "en un mismo impulso, porque hay un nivel de comunión entre ambas" y apuntó a "Cantata de puentes amarillos" como un buen ejemplo de ello.

"En la Cantata, que es una suite, hay muchos cambios de compases pero la letra te va llevando y hace que suene redonda", se explayó.

El responsable de la irregular portada del disco fue Juan Orestes Gatti, quien utilizó los colores verdes y amarillos para su ilustración, a partir de una cita del propio Artaud, cuya imagen podía verse en el extremo superior derecho.

"¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores opuestos de la muerte. El verde para la resurrección y el amarillo para la descomposición, la decadencia?", es la frase del escrito francés en cuestión que, además, estaba impresa en el sobre interno del álbum.

El disco fue presentado en un concierto, organizado por el fallecido periodista Miguel Grinberg, mañana del domingo 28 de octubre, en el Teatro Astral; en un concierto en el que se proyectaron las películas "Un perro andaluz" y "El gabinete del doctor Caligari", de Luis Buñuel y Robert Wiene, respectivamente, musicalizadas con "Dark Side of the Moon", de Pink Floyd.

Luego de circular de manera pirata, en 2020 se editó de manera oficial la grabación en vivo de ese concierto acústico, realizada por un fan con un grabador de mano.

En la presentación, el público también recibió un manifiesto escrito por Spinetta titulado "Rock: música dura, la suicidada por la sociedad", en donde sentaba su postura crítica en torno a la industrialización del movimiento.

Con información de Télam