¿Para qué una Ley Nacional de Danza?

07 de septiembre, 2023 | 13.19

Por Eugenia Schvartzman, integrante del Movimiento por la Ley Nacional de Danza, co redactora proyecto de Ley nacional de Danza, que actualmente se analiza en la Cámara de Diputados.

En el complejo contexto político a raíz del proceso electoral, asistimos a una serie de debates sobre el rol del Estado, los derechos sociales -y de todo tipo-, el funcionamiento de las instituciones y en definitiva, sobre cómo deseamos vivir. Es una pregunta que puede leerse en relación a cómo entendemos que se debieran resolver nuestras necesidades básicas y por tanto cuáles son estas necesidades, pero que también se puede profundizar desde el punto de vista filosófico para pensar qué sociedades deseamos construir y con qué parámetros de habitabilidad y sustentabilidad se desarrollarían nuestras vidas.

¿A dónde vamos con esto y qué tiene que ver con la Ley Nacional de Danza? Todo. Desde que el arte se desarrolló como espectáculo, además de ser expresión cultural fundamental e identitaria de los pueblos, también se constituyó como un trabajo. Las expresiones artísticas crean contenido permanentemente en la vida cultural, intelectual, espiritual e histórica de nuestras comunidades y sus trabajadorxs forman parte y producen la ya reconocida economía de la cultura.

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Desde hace más de 30 años que el sector de la danza viene expresando la necesidad de contar con un organismo destinado a generar políticas culturales que protejan el desarrollo de la actividad para que no sea sólo una lógica de mercado la que defina qué, cómo y para quién se produce contenido dancístico en nuestro país. En torno a este ideal se fueron generando organizaciones y colectivos del sector como el Movimiento por la Ley Nacional de Danza, que redactó y presentó varias veces en el Congreso de la Nación desde el 2014. En la última presentación de 2022, el proyecto fue encabezado con las firmas de las diputadas Marisa Uceda y Lía Caliva, y acompañado por más de 30 firmantes y en este momento se realiza una labor parlamentaria para unificar los proyectos presentados y avanzar en un dictamen de unidad hacia la Ley Nacional de Danza.

Esta legislación es fruto de la extensa lucha de la comunidad de las danzas todas por impulsar la creación de un Instituto Nacional de Danza, en la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación que generará una línea de acciones concretas en favor de preservar y promover el desarrollo de la danza en todo el territorio nacional. El pasado 16 de agosto, más de 1500 artistas trabajadorxs de la danza asistieron al acto de apoyo a la Ley organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación en el Centro Cultural Kirchner.

Cuando expresamos que es necesario que la danza forme parte de las políticas de Estado, también definimos qué entendemos por Estado. Nuestra labor, junto a la de toda la clase trabajadora produce la riqueza con la que el estado cuenta para garantizar a la ciudadanía sus derechos y su bienestar. Pero el Estado no es una abstracción. Podría ser una forma de organización profundamente cooperativa, democrática y participativa. Es por eso que este proyecto propone una fuerte participación del sector, garantizando un compromiso de trabajo conjunto entre la sociedad civil y los gobiernos, apostando a una fuerte articulación con organismos existentes en cada territorio, con una verdadera apuesta de democracia participativa.

La danza, tanto en su manifestación artística como social, forma parte de la cultura y como tal, es parte central de nuestra identidad como sociedad, nos permite asumirnos como Nación y al mismo tiempo nos atraviesa y nos relaciona con la historia, con el presente y con el futuro en un constante dinamismo, componiendo nuestro patrimonio y soberanía en clave pluricultural.

El anhelo de una Ley Nacional de Danza nos constituyó como comunidad organizada de todo el territorio en favor de este objetivo en común. El sector se viene manifestando por más políticas públicas y real participación popular, por garantizar derechos culturales de lxs trabajadorxs pero, fundamentalmente, para garantizar el derecho al acceso a la cultura por parte de todxs lxs argentinxs.

El fomento de la danza por parte del Estado no es sólo una necesidad imprescindible para sus trabajadorxs sino también y muy especialmente para todo nuestro pueblo como principal destinatario. ES AHORA. QUE SEA LEY.

Con información de Télam