El músico Nahuel Barbero recordó en una charla con Télam una de las experiencias más locas en la historia de Hipnótica cuando oficiaron en 2013 como teloneros de la estrella pop Justin Bieber en el Estadio Mario Kempes de su provincia natal, a la que define como un polo musical y artístico de muy alto nivel, que está muy activo y expandiéndose constantemente y del que se sienten orgullosos de representar.
"Es lindo sentir que hay gente que se siente representada por vos y más desde un lugar tan noble y tan sincero como el nuestro que es hacer música y tratando de aportar un granito de arena a la cultura del lugar de donde salimos, sostuvo Barbero, antes de desglosar el recuerdo sobre aquella tarde inolvidable en la que relató sus recuerdos sobre una experiencia que dejó aprendizajes por todos lados.
Télam: ¿Qué recordás de esa experiencia como telonero de Justin Bieber?
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Nahuel Barbero: Fue increíble, una de las experiencias más locas que nos tocó vivir. Pasaron cosas muy extrañas, únicas y especiales. Una de ellas, y quizás la más terrenal si se quiere, fue haber cumplido el sueño de tocar ante miles de personas en el Mario Kempes, un lugar emblemático de la ciudad y la provincia. Haber tocado ahí y en ese contexto, fue increíble. Y de las anécdotas menos terrenales, es el haber vivido el nivel de locura por parte de las pibitas que yo nunca había visto en mi vida. Cuando llegamos a la prueba de sonido, temprano a la mañana, entramos por la parte de atrás al estadio y se aparecieron veinte, treinta chicas, contra la camioneta, gritando y pegándole a los vidrios, muy desacatadas. Y no porque fuéramos nosotros, sino porque era con cualquier auto que entrase por esa puerta. Después en otro momento estábamos en el estacionamiento, que era como de artistas y se veía para afuera y se veía un montón de chicas relocas gritando y en un momento, pánico absoluto, porque tiraron uno de los portones del Kempes que no lo tira ni la barrabrava de Talleres (risas). Además estaban todos muy desesperados porque eran todas niñas menores a las que no podés tocar ni atajar con nada. La seguridad no sabía cómo controlar tanta vorágine. Durante el show, veíamos nenitas llorando una hora seguida sin parar, un llanto ininterrumpido. No sabíamos si abrazarlas o llamar a los padres por teléfono, o preguntarles si estaban bien.
T: Imagino que también se habrán llevado mucha información sobre lo que es armar un show de esa magnitud...
NB: Sí, la parte más nerd fue haber visto la prueba de sonido de semejante show, que es de lo más top del mundo. Ver cómo trabajan, cómo se manejan, cómo suena todo. Estuvo increíble. Demasiada información. Vivir ese tipo de experiencias te dejan aprendizajes por todos lados. Nos faltó conocer al pibe Bieber, que lo vimos un poquito de lejos. Llegó con cuatro camionetas, la policía y un despliegue extremadamente loco.
T: ¿Qué valor tiene para ustedes la consagración en Córdoba?
NB: Córdoba es un polo musical y artístico de muy alto nivel, que está muy activo y expandiéndose constantemente. Eso hace que sentirnos un poco abanderados sea el doble de lindo. Estamos muy felices con el presente de Hipnótica y tenemos como idea fija, además de ser abanderados acá, de esta provincia y esta ciudad divina, poder expandir la música hacia otros lugares. Ojalá que me estés entrevistando el año que viene o el otro y seamos representantes de la Argentina entera. Esas son las fantasías.
Con información de Télam