Dueño de una obra que esquiva el oportunismo y se aleja del panfleto para, en cambio, entregar testimonios sensibles y certeros, Jorge Fandermole es el autor de Junio, cuyo texto es el que sigue:
Me desperté diciendo esta mañana
No vi las predicciones del espanto
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Que le arrancaba al sueño mi palabra
En este invierno que pega tan duro
Está lejos tu boca que me ama
Y se me desdibuja en el futuro
Y junio me arde rojo, aquí en la espalda
En este invierno atroz no hay escenario
Más duro que esta calle de llovizna
Cada uno sigue en ella su calvario
Pero la cruz de todos es la misma
Salí con las razones de la fiebre
Y una tristeza absurda como el hambre
Y cuando en el corazón la sangre hierve
Es de esperar que se derrame sangre
Me llamo con el nombre que me dieron
El que tomó la crónica del día
Soy uno de los dos que ya partieron
Los dos en un montón que resistían
Hermano en la delgada línea roja
Que te me fuiste dos minutos antes
Con la indiscreta muerte que en tu boca
Entraba en cada casa con tu imagen
Yo estaba junto a vos, sobre tu grito
Besándote feroz la indigna muerte
Mientras te ibas volando al infinito
Fulgor de la mañana indiferente
Fulgor de la mañana indiferente
Yo sé que el corazón que está latiendo
En cada uno es una senda pedregosa
Cuando en el suelo sucio me estoy yendo
Ajeno y solo de todas las cosas
Si yo salí por mí y salí por todos
¿Cómo es que ahora no hay nadie aquí a mi lado?
Que me retenga la luz en los ojos
Que contenga este río colorado
El corazón del hombre es una senda
Más áspera que la piedra desnuda
Mi extenso corazón es una ofrenda
Que pierde sangre en esta calle cruda
Yo tengo un nombre rojo de piquete
Y un apellido muerto de 20 años
Y encima las miradas insolentes
De los perros oscuros del cadalso
Yo no llevaba un arma entre las manos
Sino en el franco pecho dolorido
Y el pecho es lo que me vieron armado
Y en el corazón, todos los peligros
La mano que me mata no me llega
Ni al límite más bajo de mi hombría
Aunque me arrastren rojo en las veredas
Con una flor abierta a sangre fría
Hoy necesito un canto piquetero
Que me devuelva la voz silenciada
Que me abra por la noche algún sendero
Pa' que vuelva mi vida enamorada.
Con información de Télam