El músico argentino Santiago Vázquez, fundador en 2006 del grupo musical La Bomba de Tiempo, presentó hoy en Roma el tercer encuentro italiano de su "Ritmo con señas", el lenguaje para percusionistas que creó y que ya está presente en más de 35 países y se extendió a prácticas terapéuticas más allá de la música.
Vázquez exhibió hoy en la Casa Argentina de la "ciudad eterna" la tercera edición del encuentro que reúne a personas que emplean la herramienta para percusionistas, además de la edición italiana del "Manual de Ritmo con Signos" y del documental homónimo que cuenta la historia de La Bomba de Tiempo y del lenguaje que utiliza.
El método, que consta de unas 150 señas hechas con las manos y el cuerpo, permite al director coordinar la improvisación musical de un conjunto, transformando improvisación en una composición colectiva en tiempo real.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Hoy hay más de 35 países en los que están utilizando este sistema, ya no tengo idea de cuántas personas son. Originalmente lo pensé para músicos profesionales pero ha llegado también a terapeutas o gente que trabaja con personas con autismo", planteó Vázquez en la conferencia de prensa.
"Lo pensé para músicos profesionales pero me sorprende, y estaba fuera de mis expectativas originales, es que es tan fácil e intuitivo que permitió que mucha gente que no es profesional pudiera hacer música y tocar en grupo", ponderó el músico.
"Una sorpresa que encontré es que hoy en día, ya se abrió del ámbito musical, y no depende para nada de mi y se nutre de las miles de personas que lo están utilizando", enfatizó.
Vázquez participará hasta el 4 de septiembre del tercer encuentro italiano del "Ritmo con Señas" que se hace en la localidad de Monte Peglia, además de lanzar la versión en italiano de un manual del lenguaje al que calificó como "un diccionario".
También durante su visita adelantará "un documental que se está haciendo no solo sobre el sistema sino sobre toda la movida cultural que sucede alrededor".
"Fui imaginando las señas, de qué cosa yo como director podía pedirle a un grupo de percusión, y así surgieron en dos días las primeras 70 señas" que componen el lenguaje, narró Vázquez sobre los orígenes de esta actividad.
"Con ese lenguaje empecé a ver que algunas de las señas requerían músicos con mucha formación y empecé a pensar a quiénes podía convocar para ponerlo en marcha, y así surgió La Bomba de Tiempo que es el primer grupo que empezó con estas señas, en 2006", rememoró.
"Hoy en día paso más tiempo dirigiendo, me formo como director todavía", deslizó.
"No sabia si iba a funcionar la idea, pero si funcionaba podía funcionar en cualquier lugar del mundo ya que no esta basada en un estilo determinado, y sí en la improvisación", afirmó.
El lenguaje, explicó, "surgió como una confluencia de algunas ideas que se maceraban previamente", en base a su experiencia en grupos de improvisación y de sus estudios musicales.
"Tuve influencias de todo el mundo y pensé en cómo componen en las diferentes culturas. Y eso se convirtió en el lenguaje de señas, esos conceptos que en cada país son parte de sus folclores, yo los veía como un forastero que observaba en abstracto como funcionaban", así que "me concentré en entender la mecánica de como funcionan los ritmos musicales de cada parte del mudo y los convertí en señas", repasó.
Con información de Télam