La Asociación Danza Integradora Argentina (Adia) celebra sus 30 años de actividad junto al Grupo Alma (Compañía Danza Integradora), con el espectáculo Motorizando utopías, en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, mañana a las 19, con entrada libre y gratuita.
El evento artístico en la ex ESMA (Libertador 8151) contará con obras coreográficas y un homenaje a instituciones y personas que albergaron el proyecto, contará con proyecciones y distintas obras de danza integradora, del repertorio de Susana González Gonz, con coreografías de Lourdes Dakak, Cristian Baraldo y Diego Pawlowicz, participantes del proyecto Todos podemos bailar.
Las coreografías están basadas en las obras Oblivion, de Astor Piazzolla, estrenada en el Festival Internacional Inclusive Dance en Moscú (2015), con Aixa Di Salvo y Matías Ramírez acompañados en vivo por Walter Ríos (bandoneón) y José Di Salvo (guitarra), La memoria, de León Gieco, con Demián Frontera y María Laura Vicenti, y El lugar donde estamos, de Oscar Farías, con Demián Frontera, María José Benítez Coll, Aixa Di Salvo, Luciana Galván, Cristian Baraldo, Lourdes Dakak, Sofía Perez, Valentina Vital y Martina Reynoso.
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Por otra parte, Alma presentará su espectáculo El lugar donde estamos en el teatro El Cubo, Zelaya 3053, zona del Abasto, el jueves 8 de diciembre a las 20.30, con entradas por Plateanet, con descuentos para estudiantes y jubilados.
La Asociación Danza Integradora Argentina (Adia) celebra sus tres décadas junto al Grupo Alma, en sus 28 años de existencia, dando vida a ese no-lugar, esa utopía que está motorizada, iluminada y presente en la sociedad argentina, construyendo sueños en la superación y la felicidad de otros.
Alma es el primer grupo de danza inclusiva de Argentina, formado por bailarines con y sin diversidad funcional, fundado y dirigido por Susana González Gonz en 1997, quien tuvo la idea de crear un grupo de danza contemporánea integrando en la escena a personas con sillas de ruedas, lo que pone en tela de juicio las condiciones que se les suelen exigir a los cuerpos danzantes.
Con información de Télam