El performer, actor y director Mosquito Sancineto volvió a escena el sábado pasado con sus famosos matches de improvisación, que creó 20 años atrás, ahora en una situación en que oficia de maestro de ceremonias y pone sobre el escenario a nuevos actores y actrices o, como se llama en el rubro, "jugadores".
Con el título Torneo Pelopincho, Verano 23, los matches se desarrollan todos los sábados de enero y febrero a las 21.30 hasta el 4 de marzo en el Teatro El Popular, de Chile 2080.
Un músico en escena y distintos equipos de improvisadores arremeten con las escenas cuyos títulos surgen del público y que se desarrollan siguiendo las pautas de distintos estilos, que pueden ir desde cine argentino de la década del 40, a cámara lenta, comedia musical, ópera, tragedia shakespeareana, guachesca, terror, ficción, suspenso o series, entre otros.
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"Lo más interesante de los matches es la frescura, la inmediatez teatral, el ingenio al que estás obligado y que te marca como un tic tac y, en la actualidad, otros de los rasgos muy presentes es el humor lisérgico, absurdo y surrealista, además de la impronta del público, que antes se limitaba a proponer un título y un estilo pero ahora interviene y participa del show", cuenta Mosquito a Télam a modo de resumen sobre la actualidad de la impro.
Sancineto se formó en la disciplina teatral de la improvisación más de 35 años atrás cuando tomó clases en el Centro Cultural San Martín con el francés Claude Bazin, del que luego se transformaría en asistente como modo de costear las clases.
"Era un tipo muy interesante y a sus talleres caímos un grupo de locos que andábamos ese verano de acá para allá, era todo muy particular porque quizás que éramos 200 en la clase y el tipo casi no hablaba castellano, lo hablaba muy mal, entonces era todo muy divertido. Bazin eligió a once apóstoles, entre los que me encontraba, y eso fue el origen de lo que serían después los matches", cuenta Mosquito haciendo un poco de historia.
Del San Martín y la partida de Bazin a Francia, Mosquito pasó al Centro Cultural Rojas, primer lugar que dio albergue a los matches y donde dio clases de la disciplina durante 15 años.
"Un par de décadas atrás esto era vanguardia pura, ahora es una novedad para las nuevas generaciones que vienen al teatro, para mí es como un río que ya conozco y en el que nado muy bien, y lo lindo es ver nuevas generaciones de espectadores que recién nacían cuando arrancamos con esto participando ahora como público o como alumnos y haciéndose cargo de la continuidad", cuenta.
Además del Torneo Pelopincho, en febrero Mosquito vuelve al ruedo, ya no como maestro de ceremonias sino como actor y performer con el espectáculo que montaron el año pasado "Euforia, cabaré de impro" y que accede a segunda temporada en el teatro
Asterion, donde hay seis actores en escena y un músico, con muchas canciones, mucho delirio, sátira política y social.
"Homenajeamos a los viejos cabarets, donde la crítica social era parte fundamental así como la música, y también homenajeamos al circo criollo, donde nació la sátira", cuenta Mosquito.
Télam: ¿Qué le aporta la improvisación a un actor profesional o formado?
Mosquito Sancineto: Le da mucha confianza en sí mismo, le da un aprendizaje de saber escuchar inmediatamente al otro, de perder miedo, de saber estar ubicado en escena. A veces te encontras con actores con mucha escuela pero que los pones a improvisar y se aterran, que no pueden crear su propia textualidad sin una base previa y a impro te da ese margen de crear tu propia textualidad, eso es fundamental.
T: Y en otros casos...
MS: Si la actriz o actor ya tiene su experiencia y se abre a la improvisación con confianza y apertura por lo general logra sintetizar un recorrido que te lleva muchos años con cualquier otro método, porque además si tenes conocimiento, tenes muchos más elementos para llevar a la improvisación, podes dominar la gauchesca, la ópera, la comedia musical.
T: ¿Qué diferencias encontras en el humor de los matches de ahora con el de los 90 o los 2000?
MS: Cambió muchísimo, hubo que deconstruirse mucho, favoreció mucho haber trabajado para la inclusión de compañeras trans travestis y eso se ve. Tengo jugadoras trans, travestis. En aquella época cuando le proponías al público que creara un personaje era bastante común que apareciera algo lleno de prejuicios y discriminación: "que sea paralítico, que tenga un problema mental", te decían, eso quedó atrás y creo que uno militó para que quedara atrás, y otra cosa que siempre tuvieron los matches es una conexión fuerte con lo que pasa en la sociedad, un suerte de registro crítico muy interesante.
Los matches del Teatro El Popular se estructuran a razón de cinco o seis improvisaciones por noche, cada una con un tiempo corrido en el que un músico en escena va acompañando cada improvisación según los estilos elegidos para cada uno de los títulos que dictamina el público y donde compiten dos equipos.
Además de Mosquito como maestro de ceremonias, hay un jurado de actrices, actores, influencers, etc. que también dictamina y cuyo veredicto es mucho más importante que el del público, "acá hay voto calificado", dice Mosquito.
Al final se conocen los veredictos, puntajes y resultados de los enfrentamientos entre los distintos equipos.
Con información de Télam