El reconocido y aplaudido pianista Horacio Lavandera se propuso el "desafío" de reproducir el mismo concierto en Argentina que en Alemania con obras de Beethoven, Piazzolla, Bach, Vivaldi y Mendelsohn, en el Teatro Coliseo el 11 de noviembre, que lo remontan a sentimientos espirituales inspirados por las composiciones que interpretará.
"Será el mismo concierto que di en Alemania, es lo que querían los productores, lo cual me puso súper contento; es todo un desafío hacer acá lo mismo que en Europa y va a estar buenísimo", dijo Lavandera a Télam sobre un espectáculo al que definió como "muy orgánico".
"Las obras de Bach que voy a tocar -agregó- tienen que ver con Vivaldi, así que ahí habrá un homenaje al Barroco y es muy fácil ubicar a Piazzolla dentro de ese contexto. Voy a estar haciendo las mismas tres sonatas de Beethoven que en el CCK en agosto (28, 29 y 30), además voy a tocar otras de sus obras, que son muy poco conocidas, y esta unión de Vivaldi, Bach, Piazzolla y Félix Mendelssohn".
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A Lavandera, este repertorio le produce caros sentimientos. Oriundo de una familia de tradición musical, es hijo del reconocido percusionista José María Lavandera, y heredó de sus antepasados un gran número de libros y referencias a la música clásica alemana. De su tatarabuelo y bisabuelo recibió libros de Beethoven y de otros clásicos de Alemania, mientras que su padre, fallecido en 2020, era un devoto de estos compositores.
"Entonces -sostuvo- siento que lo homenajeo a él de alguna manera. Con mi trabajo hay ciertos lazos muy profundos para mí que me conectan con esta música. Es muy espiritual. Entiendo que la música que voy a interpretar no es música fácil ni la estamos habitando todos los días; ni acá, ni en Alemania, ni en ninguna parte del mundo; por eso dar algunas pequeñas referencias puede ser interesante para algunos".
Lavandera hace referencia a una característica muy poco habitual dentro de la música clásica y que pondera la actitud abierta y descontracturada con la que aborda los conciertos (aunque encarecidamente suele pedirle al público que mantenga silencio durante las interpretaciones). El eximio pianista acostumbra dar explicaciones sobre las obras para darle contexto al público sobre el momento y la intención con las que fueron concebidas.
Así, uno puede entender las influencias del romanticismo de Goethe y Schiller en las partituras de Haydn, el espíritu de la Revolución Francesa en Schubert, la figura del Arcángel Miguel en Beethoven o la apertura a lo popular en la organología cristiana en Bach.
"Entonces no se puede pretender que todo un público de 1800 personas que vayan al Coliseo hayan leído todo eso, pero se les puede despertar un cierto interés para que después del concierto vayan a leer algunas de estas obras o simplemente entender algunas de las referencias, que son muy sencillas. Finalmente, lo complejo es todo el armado poético, pero las historias son muy sencillas, son todas de origen muy popular también", comentó.
Esta actitud pedagógica se la despertó un grupo de amigos, quienes lo impulsaron a dar charlas virtuales todos los miércoles. Así, desde 2020 comparte sus conocimientos, algo que también lo ha llevado a dar clases magistrales.
"Una persona que va por primera vez tiene que entender que hay lazos con la música popular, con la música religiosa, con los sentimientos. Hay muchas líneas que se pueden explicar a los oyentes y de esa manera todos juntos vamos en un mismo camino. Luego está bien que cada uno se imagine lo que quiera", señaló.
Télam: Hay una ligazón ineludible entre la música clásica, la religión y lo popular. Lutero, por ejemplo, unificó el idioma alemán a través de su traducción de la Biblia.
Horacio Lavandera: Claro, el hecho de hacer propaganda a partir de la música empieza con Lutero, como una decisión para conquistar fieles. Él toma las melodías de la música popular que había en las aldeas, les cambia las letras para hacerlas bíblicas y empezar a ganar fieles. Son fenómenos súper complejos y se dio que la música era algo súper trascendental para Alemania desde el presupuesto, de parte de todas las cortes que van tomando a los músicos principales en cada lugar, como el caso de Beethoven. En el de Mendelssohn, de origen judío, trabajó entrelazando todo esto con su tradición. Es muy interesante ver todo eso, desde un punto de vista histórico. ¿Cuál es la lección para mí? Yo también soy compositor y cualquier persona creadora que se pueda acercar a estos conciertos puede sentir algún tipo de impacto, ver cómo se iba desarrollando y evolucionando en determinadas temáticas.
T: ¿Y cómo se inserta Piazzolla en esto?
HL: Hay tanto mito a través de Piazzolla... un diablo, un ángel. "La división total" tiene una serie del ángel y toda una serie del diablo. Así que está en contacto con el cielo y con el infierno, era un personaje de extremos espirituales. Inclusive, en su época de los 70, se ponía collares y todo lo demás. Es una persona que está ligada a todo y su música de "Las Cuatro Estaciones" tiene mucho que ver con el Barroco, cita directamente a Vivaldi. Trabajaba directamente para el colegio religioso de las niñas que había en Venecia, que tenían problemas físicos. Es toda una música que viene de un poder espiritual impresionante y a Piazzolla le interesaba toda esta combinación y en su música está presente desde la primera nota.
T: ¿Hay también hay una conexión de armonías en el concierto?
HL: No lo pienso desde ese lugar, ya está automáticamente con las tres sonatas de Beethoven. Pero antes de estas piezas voy a tocar dos danzas de él, que son muy desconocidas. Estuve trabajando con un amigo que es profesor en la Universidad de Viena, tratando de encontrar lo que sería el swing, el gusto. El lenguaje de Bach, Vivaldi, Piazzolla y Lavandera (porque los arreglos son míos). Por más que Piazzolla esté atravesado por el Barroco, hay un contraste total en el estilo de tocar el piano, los efectos tangueros que él agrega, la mugre -como se le llama a todos los elementos que hay pianísticos tangueros- así que va a ser un contraste total y me gusta mucho trabajar así. Y luego, Mendelssohn viene a ser muy equilibrado, con los factores de contrapunto de Bach y esta fantasía es muy muy bella. Es interesante que, por su origen judío, Mendelssohn utiliza los mismos recursos que Bach o Beethoven, pero las melodías y el tipo de escalas suenan muy distinto.
T: En 2021 se estrenó la incompleta Sinfonía n.10 de Beethoven, finalizada por inteligencia artificial. Siendo un estudioso de las biografías, ¿cómo creés que Beethoven lo hubiera tomado?
HL: (risas) Él pertenece a una época donde había que cerrar la música para la posteridad, para tener este contacto con Dios, entonces había que entregarle a Dios algo cerrado. Entonces, no creo que hubiera estado satisfecho en nada, hubiera estado muy en desacuerdo con que le cerraran una obra a él y no estar interviniendo como persona sensible.
Con información de Télam