Gustavo Garzón adapta obras de Chéjov en su "desafío actoral más grande" y prepara dos documentales

19 de junio, 2022 | 13.54

El reconocido actor Gustavo Garzón consideró que adaptar e interpretar dos obras del dramaturgo ruso Antón Chéjov en un formato que las fusiona es "el desafío actoral más grande que tuvo" en su carrera y contó que prepara un documental sobre William Shakespeare en Inglaterra mientras graba una serie en Montevideo.

Garzón emprendió una gira para presentar "Bufón", obra en la que enlaza "El canto del cisne" y "Sobre el daño que hace el tabaco" de Chéjov, proyecto que adaptó e interpreta en soledad en los escenarios, con la dirección de Gustavo Pardi.

Además, prepara dos documentales: uno sobre los orígenes de Shakespeare a rodarse en Inglaterra en octubre a través de una investigadora, "un proyecto complejo y largo" que señaló que lo tiene "muy entusiasmado", y otro sobre un sanjuanino de 52 años con síndrome de Down que tiene una fundación por la inclusión, pendiente de aprobación por parte del Incaa.

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La profusa actividad del intérprete, de 67 años, tiene en agenda la serie "Barrabrava" que el año próximo se verá por Amazon Prime Video con dirección de Jesús Braceras y roles protagónicos a cargo de Gastón Pauls y Matías Mayer.

En cuanto a su obra "Bufón", Garzón contó que "le obliga a ampliar sus límites para crecer y salir de la zona de comodidad", ya que se trata de "un soliloquio y poder hablar como si pensara en voz alta, lo cual es muy difícil de hacer sin caer en la trampa de hablarle al espectador al no poder hablar con nadie más".

"Es pura actuación; ir por algo nuevo para mí: soy yo solo. Los textos son de un valor enorme y para mí es el desafío actoral más grande que tuve, porque tengo que tocar la cuerda del drama y la comedia pegadas, casi sin respiro, tratando de sentir que estoy a la altura de semejante autor. Ya con eso, estoy satisfecho pero lo intento aunque no sea fácil, es un desafío. Querer ir por más y superarme", dijo el actor desde Uruguay en diálogo con Télam.

La obra tiene programadas funciones en julio en Chivilcoy (Buenos Aires) el 9, en Sunchales (Santa Fe) el 15 y en agosto en Córdoba el 5 en Hernando, 6 y 7 en la capital, en Neuquén el 12, Cipolletti (Río Negro) el 13, Plottier (Neuquén) el 14 y en San Fernando (Buenos Aires) el 20.

"No es mucho lo que le toqué al texto porque disfruto mucho de Chéjov y quería mantenerme fiel al lenguaje y a la época, así que hice muy pocos agregados; es un Chéjov puro. Son dos obras cortas unidas por un violoncelista. La primera es un drama bien extremo, bien límite y desgarrado que habla de la muerte, del fracaso, de la frustración, del amor", explicó Garzón.

El intérprete agregó que la primera parte es narrada por un actor de 80 años "cuando siente que dedicó toda su vida al teatro y, finalmente, quedó solo porque no se ocupó de los afectos".

"Es una obra de una profunda filosofía y, a la vez, muy clara, muy simple. Leí el texto y me tocó y ahí nació todo, quise hacerlo. Nunca había hecho un unipersonal ni un clásico, quería trabajar con mi voz y componer a un viejo", puntualizó.

En cuanto a la segunda parte, contó que, "como quedaba corto, se buscó otro texto y apareció una comedia extraordinaria, `Sobre el daño que hace el tabaco´, considerada como uno de los siete mejores monólogos de la historia del teatro; es realmente una joya, muy humorístico con un toque de ternura".

"Con la parte de la comedia me siento con mayor facilidad y ahí me suelto más y disfruto de la risa del público para sacar mi cómico de adentro, que también lo disfruto mucho", añadió.

Télam: ¿De qué se trata la serie que estás filmando en Uruguay?

Gustavo Garzón: Se llama "Ángel". Es sobre un texto muy poderoso de un autor argentino que vive en Uruguay, Manuel Soriano, que escribió novelas como "Rugby" y "¿Qué se sabe de Patricia Lukastic?", un tipo muy interesante que está por encima de la media y es la primera vez que dirige. Con la primer cooperativa audiovisual uruguaya, un proyecto bastante hippie.

T: ¿Creés que el medio teatral tiene la capacidad de conectar con el público joven o ya apuntan directamente a un espectador más maduro?

GZ: Depende el proyecto. Los jóvenes van si se sientes interesados e involucrados, como con el teatro independiente, que se nutre mucho de ellos. El teatro comercial está un poco repitiendo una misma fórmula siempre y eso hace que la gente joven no llegue tanto, además es muy caro. Los circuitos del off son interesantes para los jóvenes por los barcitos y la zona. A los teatros de la calle Corrientes le harían falta una renovación de estilo, se está repitiendo un poco a sí mismo hace un tiempo. Pero hay para todos y para todas las edades. La experimentación, que es lo que más me gusta a mí y a la gente joven, se ve en el off; el teatro comercial no experimenta y apela al gusto de la persona que puede pagar la entrada.

T: ¿Cómo te resultan los nuevos consumos culturales a través de las plataformas? Como actor, ¿creés que es perjudicial o que es una salvación para lo audiovisual?

GZ: A mí me gustaba un cine argentino bien poderoso y un televisión con muchos actores trabajando. La llegada de las series hizo que el gusto del espectador se vuelque ahí y se dejó de ver ficción en TV e ir al cine. Entonces, por un lado, lamento que eso ha quitado el público potencial de los productos más nuestros, pero, a la vez, las series son lo único que están dando trabajo, así que como actor digo "bienvenidas las series" porque es una de las pocas posibilidades que tenemos de ganar un dinero digno. Sería ideal que conviva todo: que la ficción vuelva a la TV, que el cine argentino salga del parate en el que está y que las series puedan convocar actores. El tema es que las series están tan condicionadas por tantas opiniones de gente de tantos lugares del mundo que pierde lo genuino a veces. Son productos más de entretenimiento que apunta a lo masivo, que las hay muy buenas y muy malas, pero prefiero siempre el cine de autor, que se expresa como quiere. Si no terminan siendo muchas veces productos extraños que se repiten mucho en formato y temática. Pero lo importante son los puestos de trabajo y hay que agradecerlo, después viene todo lo demás. Si las series nos están dando un salario digno, cuidémoslas y tratemos de crear más empleos también en nuestro cine y televisión.

Con información de Télam