(por Sergio Arboleya).- Tras haber inaugurado el tramo argentino de la despedida de Joan Manuel Serrat en el Autódromo de Rosario, el músico y compositor Franco Luciani se apresta a encabezar los dos conciertos gratuitos -uno el martes en su ciudad y otro el jueves en Buenos Aires, donde reside- con los que celebrará 20 años de reconocida y profusa labor a partir de la armónica.
La idea es celebrar dos décadas de mi encontronazo con la armónica y del Premio Revelación en el Festival de Cosquín porque si bien uno no busca los premios, puedo decir que tengo una fecha de nacimiento con la armónica que es gracias a un premio que definió un camino que meses antes no tenía pensado, confiesa Luciani durante una entrevista con Télam.
Al repasar los albores de ese andar precipitado a partir de una distinción en el tradicional Festival Nacional de Folclore, el artista, de 40 años, apunta que yo venía haciendo los Pre-Cosquín pero como percusionista y fue la armónica la que me dijo ´pibe, vení por acá.
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Es que Luciani se formó en percusión sinfónica y batería en la Escuela Municipal de Música, en la Universidad Nacional de Rosario y en la Escuela Provincial de Música, pero fue con la armónica, en particular con la cromática, desde donde construyó a partir de 2002 un laureado tránsito sonoro que partió del folclore y el tango pero también incursionó en el jazz y en la música clásica compartiendo escenarios y discos con infinidad de colegas de diversos géneros y estilos, tanto del ámbito popular como académico.
Franco registró los álbumes Armusa (de tango y folklore, en 2002); Armónica y Tango (tango con Daniel Godfrid, en 2006); Acuarelas de Bolsillo (tango y folclore, en 2007); Proyecto Sanluca (con Raúl Carnota y Rodolfo Sánchez, en 2009); Falsos Límites (junto a Federico Lechner, en 2010); Franco Luciani Tango y Franco Luciani Folklore (ambos en 2012); Anda en el Aire (en 2018) y Tango improvisado" (con José Colángelo, en 2020).
Pero, además, su personal sonido dialogó y dialoga con artistas de muy diferentes vertientes como Mercedes Sosa, Egberto Gismonti, Lila Downs, Eva Ayllón, Snarky Puppy, Gotan Project, Los Wawancó, Pedro Aznar y Guillermo Fernández, por citar apenas a una parte de los más reconocidos con quienes compartió conciertos y registros.
Algunas de esas celebridades de la música se sumarán a Leonardo Andersen (guitarra), Pablo Motta (contrabajo) y Bruno Resino (percusión) para el par de recitales celebratorios y gratuitos de este aniversario musical.
El festejo comenzará el martes a las 20.30 en la Sala Lavardén del centro de Rosario y continuará el jueves desde las 20 en el Auditorio Nacional del porteño Centro Cultural Kirchner.
La idea de estas presentaciones nace de la conciencia de un número tan redondo y de la posibilidad de hacer una especie de retrospectiva interna y luego se potenció por tratarse conciertos de envergadura que me permitirán convocar a una serie de invitados que quiero mucho, avisa Franco.
Télam: ¿Este par de actuaciones también pueden verse como un tributo a la armónica y a su presencia en la música argentina?
Franco Luciani: De alguna manera estoy entusiasmando con generar material que muestre esa presencia de la armónica en nuestra música que es mucho más importante de lo que se cree y que nos diferencia con la gran mayoría de los países y que interesa en muchos lados.
T: En tu historia personal ¿Cómo pasás de la batería y la percusión a la armónica? ¿Cuál es el click para dar ese paso?
FL: Los propios profesores me decían que tenía facilidad como para abordar un instrumento melódico, pero por un lado me daba bronca que se menospreciara la labor del percusionista y por el otro no me llamaban la atención ni la flauta traversa, ni el cliarinete, ni el violín, que eran las opciones que más aparecían.
Por suerte cuando acompañaba a mi viejo a laburar, él sacaba de la guantera una armónica y así empecé a familiarizarme con el instrumento y a aplicar en él las técnicas aprendidas de la percusión trasladando lo que hacían las manos derecha e izquierda a lo que es el soplado y la aspiración.
T: En el caso específico del folclore y más allá de aquel premio Revelación ¿Por qué el Festival de Cosquín es un lugar fundamental en tu historia y el sitio donde volverás a tocar el domingo 29 en el cierre de su 63° edición?
FL: Porque además de los premios (fue Consagración en 2010) por tocar en la Peña de Los Coplanacu allí me escucharon y me invitaron a tocar con ellos tanto Pedro Aznar como Raúl Carnota y para mí fue muy fuerte eso.
T: ¿Qué significó haber compartido con Raúl Carnota y con Rodolfo Sánchez el Proyecto SanLuCa?
FL: Muchísimo. Primero por una cuestión casi familiar porque (el pianista) Eduardo Spinassi es prácticamente un tío para mí y tocó mucho con Raúl así que su obra siempre estuvo muy presente en mi casa y luego empezó a invitarme a algunas de sus presentaciones. Y en una de ellas, en un ciclo de retrospectiva que grabó y filmó en La Trastienda compartimos una versión de Debajo de la morera y me llamó para decirme estoy fascinado con lo que salió y me propuso armar un trío con Rodolfo y fue una experiencia increíble y muy rica para mí. Viajamos mucho, fuimos a Canadá, dos veces a Europa y hasta llegamos a Shanghai y nos hicimos amigos con alguien como Raúl que era un groso de verdad y con el que aprendí mucho.
Con información de Télam