La primera edición de Temporada Fluorescente en Buenos Aires, que se desarrollará entre el viernes 2 de septiembre y el domingo 30 de octubre en El Cultural San Martín y en Estudio Los Vidrios, contará con participación de textos dramáticos de Uruguay, Brasil y Finlandia, propone un cruce entre dramaturgos extranjeros y directores y elencos argentinos, y tendrá curaduría del grupo de actrices Piel de Lava (Petróleo).
Hicimos el esfuerzo de leer las obras sin establecer hipótesis o nexos de antemano, sino que las mismas obras nos llevaron a establecer un eje curatorial que tenía que ver con una sensación de colapso que se desprendía en varias de las ellas, contó Laura Paredes, quien integra el grupo Piel de Lava, junto Elisa Carricajo, Valeria Correa y Pilar Gamboa.
Bajo ese tono que atraviesa las obras se definió el lema curatorial, El mapa de nuestro tesoro. Cartografías de supervivencia, de la Temporada Fluorescente, un dispositivo de creación transdisciplinar que promueve la colaboración entre artistas y organizaciones de distintas geografías.
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Las obras eran muy atractivas en su mayoría y como siempre una elección deja de lado materiales valiosos. Sin embargo, había algo que se armaba en este cuerpo de textos y que tenía que ver con dos premisas: la sensación de colapso y las estrategias de supervivencia frente a ese posible colapso, explicó Paredes.
Temporada Fluorescente es uno de los proyectos de la Plataforma Fluorescente, que tiene como director artístico a Matías Umpierrez. Esta primera edición en Buenos Aires está integrada por tres piezas dramáticas escritas por mujeres de diferentes países, que fueron comisionadas en la dirección a colectivos y creadores de Argentina.
La temporada abrirá con la obra teatral Freeshop, de la uruguaya Victoria Vera y puesta en escena de BESA (equipo de trabajo compuesto por artistas, productores y comunicadores jóvenes argentinos). La obra se sumerge en el conflicto de las papeleras y se podrá ver a partir del viernes 2 de septiembre a las 21 en El Cultural San Martín (Sala 3).
Otra de las piezas que se estrenará durante la Temporada Fluorescente es Segunda Naturaleza, de la finlandesa Pipsa Lonka, con dirección de Cecilia Meijide y Diego Rosental, cuya trama indaga en el comportamiento del ser humano. Se estrenará el sábado 10 de septiembre a las 21 en la misma sala de El Cultural San Martín, ubicado en Sarmiento 1551.
Brasil estará representado por la pieza En este mundo loco, en esta noche brillante, de Silvia Gómez y dirección de Nayla Pose, que aborda las relaciones de dominación y resistencia practicadas por la humanidad a partir de la historia de una chica agredida sexualmente. La obra se estrenará este domingo 4 de septiembre a las 19 en Estudio Los Vidrios (Donado 2348).
Télam: El lema curatorial: El mapa de nuestro tesoro. Cartografías de supervivencia, abre muchas ventanas y posibles miradas. ¿Hay un cierto tono apocalíptico en las piezas, o más bien filosófico?
Laura Paredes: Hay un tono apocalíptico porque en las piezas resuena la problemática de la jerarquía de lo humano por sobre la naturaleza, pero también esa jerarquía establece vínculos que desencadenan un enfoque más filosófico de la cuestión. Y también fue atractivo desde la curaduría ver las diferentes miradas sobre el estado de las cosas según en lugar del mapa. Por ejemplo, la obra de Finlandia Segunda Naturaleza, de Pipsa Lonka, tiene un enfoque más áspero. Nos interesaba la fricción que le podía dar una dupla de directores argentinos a un material que viene del norte de Europa.
T: El hecho de realizar este encuentro como parte de la Plataforma Fluorescente permite una llegada a diferentes partes del mundo.
Laura Paredes: Por supuesto. Y también de autoras que están muy cerca y que no se da habitualmente este diálogo, como puede ser el caso de Victoria Vera, con su "Freeshop", y "En este mundo loco en esta noche brillante", de Silvia Gómez. Son autoras interesantísimas que conocimos gracias a la Plataforma. Eso es de una vitalidad enorme para nosotras. Y también, desde la Plataforma, se fomentaron los encuentros grupales entre las obras para poder pensar el trabajo como un único cuerpo textual y poético, más allá de la particularidad de cada obra.
T: ¿Cuál fue el principal desafío a la hora de encarar la Temporada Fluorescente desde su rol de curadoras?
Elisa Carricajo: Lo más novedoso fue tratar de hacer esa tarea desde el grupo, y esa fue también la propuesta desde Plataforma Fluorescente. Hicimos y hacemos muchas cosas como grupo, pero nunca habíamos hecho un trabajo de curaduría las cuatro, desde Piel de Lava. Creo que lo más estimulante fue cruzar esos lenguajes y el tipo de conversaciones que nos implicó llevar adelante esta tarea juntas. Fue bastante estimulante y divertido trasladar nuestra forma de trabajo grupal, siempre un poco caótica y difícil de sistematizar, a otro campo y ver como ahí también existe y es posible.
T: ¿Cómo describirían el espíritu del encuentro que permite el cruce entre dramaturgas de tres países distintos y directores argentinos?
EC: Este es un trabajo (el de cruzar dramaturgxs extranjerxs y directores y elencos argentinos) que se viene haciendo desde la Plataforma Fluorescente. Es bastante vital para la escena porteña que suele tener un vínculo más estrecho entre la dirección, la dramaturgia y les intérpretes: muchas veces escribe quien dirige, o alguien muy cercano y que es parte del equipo, se escriben muchas obras en procesos de ensayos donde les interpretes intervienen también en la dramaturgia, etc. Yo creo que es de las cosas más interesantes que tiene la escena local, esta forma de trabajo, pero es cierto también que al estar instalada produce más bien un tipo de dinámica de trabajo y aquí cambia la forma y eso suele ser muy rico, porque aporta materiales e imaginarios nuevos y genera organizaciones alrededor del material que son novedosas. Tomar un texto de una persona de otro país e intentar buscarle su forma aquí es un ejercicio que propone otras dinámicas de trabajo, y también la posibilidad de establecer un vínculo con alguien que hace teatro en otro lugar del mundo.
T:¿Cómo fue el proceso de curaduría?
EC: Leímos una cantidad de obras limitada de cada uno de los países (Uruguay, Brasil, Finlandia). En función de criterios que vimos aparecer en los materiales, como decíamos sin una idea previa, elegimos estas tres obras que de algún modo giraban alrededor de temáticas que podíamos englobar en algo que tiene que ver como esta sensación de colapso de la que hablábamos antes. A partir de ahí reunimos una serie de lecturas, un poco aleatorias sobre materiales que nos resultaban enriquecedores para pensar en estos ejes y fuimos afinando sobre que queríamos abrir un campo de pensamiento en esta temporada. Hablamos bastante, como de costumbre. Y empezamos a pensar quiénes podían dentro de la escena local tomar estos materiales y a ofrecerles participar.
Convocamos un grupo (Besa), una dupla (Cecilia Meijide y Diego Rosental) y una directora sola (Nayla Pose) también para probar distintas formas de abordar la dirección. Una vez armado el grupo nos reunimos para hablar de los criterios curatoriales, compartimos los materiales que habíamos estado leyendo y pensando, pensamos en cada obra en el contexto de estos criterios.
Con información de Télam