El estreno en salas locales el próximo jueves de la comedia romántica de animación "Elementos" marca el lanzamiento de una de las cintas de mayor tiempo de producción entre las que pronto serán 27 entregas en el catálogo de Pixar, desde su ingreso a las grandes ligas de Hollywood con "Toy Story" en
1995 hasta su presente como una de las más reconocidas subsidiarias de The Walt Disney Company.
"Fue un proceso largo. La película promedio de Pixar toma unos cinco años, esta llevó siete. Hay un par que han tardado entre siete y ocho años, así que no estamos fuera de lo común. Pero al mismo tiempo siento que la mitad del trayecto estuvo más conectado con el viaje habitual que la otra mitad, una parte nueva, y eso fue probablemente lo más difícil", explicó en diálogo con Télam el director del filme, Peter Sohn, un conocido de la empresa, para la que ya había realizado "Un gran dinosaurio" (2015).
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Es que no sólo se trató de una experiencia de índole muy personal para Sohn, que tradujo en "Elementos" sus propias nociones acerca de lo que es ser descendiente de inmigrantes en una tierra lejana y distinta a la de origen y de tender puentes entre culturas, sino de todo un desafío prácticamente inédito para Pixar, en términos de creación de mundos y personajes.
Protagonizada por Ember, una jovencita hecha de fuego, y por su eventual interés amoroso, Wade, compuesto de agua, la propuesta llevó a los creativos a plasmar en la pantalla todo un universo urbano y un abanico de personajes formados por los cuatro elementos de la naturaleza que debía resultar fluido y verosímil sin dejar de lado los aspectos humanoides necesarios para conectar con las audiencias.
"La primera mitad del viaje es desarrollar una idea. Es una pequeña semilla, todavía no tiene nada. Comenzamos a evolucionarla, haciéndola crecer hasta que tenga suficiente peso para traer a más personas para ayudarla a crecer y luego conocer escritores, artistas de storyboard y animadores que luego comienzan a explorar diferentes cosas para colaborar con la historia", continuó Sohn durante la entrevista en el reciente Festival Internacional de Cine de Cannes.
Y en esa línea, explicó que "mientras estás explorando la historia y todo se solidifica más, entrás en la siguiente fase en la que te preguntás '¿cómo construimos estos personajes?'": "Aquí es donde (la productora) Denise Ream formó un equipo, porque el estudio hacía hasta ahora películas sobre juguetes de plástico o autos de metal, que tienen una superficie muy dura. No había una experiencia en hacer a alguien que fuera transparente y en constante movimiento", dijo en referencia a las exitosas franquicias de "Toy Story" y "Cars".
"Simplemente nunca habíamos hecho eso antes y esa parte tomó casi cuatro años simplemente experimentando", relató mediante una cifra que entra de lleno en comparación con otras entregas de Pixar, que en ese mismo lapso ya habían pasado por todas las etapas de producción, desde la escritura del guion hasta el corte final.
Son los casos de otros reconocidos títulos de la marca, como la mismísima "Toy Story", "Los increíbles" (2004), "Valiente" (2012) y la ganadora del Oscar "Soul" (2020); y de otros que fueron aún más veloces en su realización, como "Ratatouille" (2007), "Monsters University" (2013) o "Unidos" (2020).
Ahora, "Elementos" se suma al tope del ranking de tiempos de preparación después de "Cars" (2006), la más extensa con ocho años de trabajo en su haber, y queda adelante de otras que también superaron la media, como "Buscando a Nemo" (2003), "Intensa Mente" (2015) o "Coco" (2017), todas con cerca de seis años.
"Estás girando muchos platillos a la vez. Cada cinco semanas tenés que montar un espectáculo, hacés muchos dibujos y los editás para tener una película, le ponés voces, le ponés música, pero todo en una forma temporal para que sea maleable. Y así lo ponés todo, lo juzgás. Y al mismo tiempo, todavía está dando vueltas el platillo de la parte técnica de todo esto", finalizó Sohn.
Con información de Télam